/ domingo 11 de octubre de 2020

Desde la Capital | Dos noches trágicas

DESDE LA CAPITAL

La de Tlatelolco, 2 de octubre del 68. El movimiento social unió a estudiantes de UNAM, IPN, Colegio de México, U. Autónoma de Chapingo; U. Ibero Americana; U. La Salle; U. Michoacana de Sn Nicolás de Hidalgo; Benemérita U. Autónoma de Puebla y Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH). Participaron Maestros, intelectuales, campesinos, comerciantes, Amas de casa, obreros, comerciantes, profesionistas de Cd de México. Estados como Coahuila, Durango, Michoacán, Nuevo León, Puebla, Oaxaca, Sinaloa y Veracruz; constituidos en el órgano directriz CNH, Consejo Nacional de Huelga, que elaboró el Pliego Petitorio al Gobierno de México. Sus demandas específicas: Libertad a presos políticos y reducción o eliminación del autoritarismo. Todos buscaban el cambio democrático en el país, tras décadas del mismo partido en el poder político; más libertad política, civil; menos desigualdad y la salida del gobierno autoritario priista.

El estado mexicano lo juzgó intento violento de derrocar e instaurar el régimen comunista; parte de un falso plan subversivo de proyección internacional; lo criminalizó bajo argumentos ilusorios de corte terrorista, delictiva; amenazaba la seguridad nacional. Continuamente reprimido, el fin era terminarlo antes de la celebración de los Juegos Olímpicos de México 68. El 2 de octubre se perpetró un crimen de estado; la masacre en la Plaza de las 3 Culturas de Tlatelolco logró disolverlo en diciembre de manera conjunta con la operación galeana, el Batallón Olimpia, la Dirección Federal de Seguridad (DFS) la Policía Secreta y el Ejército Mexicano; todos contra la manifestación pacífica convocada por el CNH. Responsable fue, dicho por Luis H. Álvarez y admitido públicamente por sí mismo, Gustavo Díaz Ordaz. Presidente.

38 años después, en 2006, la FEMOSPP de PGR, reconoció en su Informe Histórico a la Sociedad mexicana que el movimiento estudiantil marcó inflexión en la política del país; fue independiente, contestario, recurrió a la resistencia civil, demandó libertad y democracia por sobre el imaginario mundial. Concluyó que el gobierno mexicano aplicó mecanismos de control y disuasión útiles frente a la disidencia social subversiva; lejos de atender demandas legítimas reprimió y aniquiló a dirigencia y a los más combativos; usó detención ilegal, maltrato, tortura, persecución, desaparición forzada, criminalización, espionaje, ejecución extrajudicial; frenó la libre expresión, trazó campañas de desprestigio y descrédito por medios masivos controlados de comunicación; falsificó y creó material de comunicación; usó la fuerza criminal institucional del Edo mexicano, con actuación, asesoría, presencia e investigación de la CIA. No hay cifras precisas hasta hoy, de asesinados, heridos, desaparecidos y encarcelados.

La más reciente; “Noche de Iguala”. El 26 de septiembre de 2014 desaparecieron 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa. Aquí la “Verdad histórica” se convirtió en “Vergonzosa mentira”. No hay respuesta sobre su paradero; ¿porque les atacó el crimen organizado? ¿Qué papel jugaron las fuerzas de seguridad estatales y federales? Hay al menos funcionarios implicados que son perseguidos por manipular información y testimonios; por sembrar pruebas y torturar detenidos. Se destapó toda una red de colusiones entre los 3 niveles de autoridad con el grupo delictivo guerreros unidos para atacar y desaparecer a los 43 normalistas; sólo se hallaron fragmentos óseos de 2 de ellos. ¿Cuánto tiempo más transcurrirá para llegar al fondo de la verdad?

DESDE LA CAPITAL

La de Tlatelolco, 2 de octubre del 68. El movimiento social unió a estudiantes de UNAM, IPN, Colegio de México, U. Autónoma de Chapingo; U. Ibero Americana; U. La Salle; U. Michoacana de Sn Nicolás de Hidalgo; Benemérita U. Autónoma de Puebla y Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH). Participaron Maestros, intelectuales, campesinos, comerciantes, Amas de casa, obreros, comerciantes, profesionistas de Cd de México. Estados como Coahuila, Durango, Michoacán, Nuevo León, Puebla, Oaxaca, Sinaloa y Veracruz; constituidos en el órgano directriz CNH, Consejo Nacional de Huelga, que elaboró el Pliego Petitorio al Gobierno de México. Sus demandas específicas: Libertad a presos políticos y reducción o eliminación del autoritarismo. Todos buscaban el cambio democrático en el país, tras décadas del mismo partido en el poder político; más libertad política, civil; menos desigualdad y la salida del gobierno autoritario priista.

El estado mexicano lo juzgó intento violento de derrocar e instaurar el régimen comunista; parte de un falso plan subversivo de proyección internacional; lo criminalizó bajo argumentos ilusorios de corte terrorista, delictiva; amenazaba la seguridad nacional. Continuamente reprimido, el fin era terminarlo antes de la celebración de los Juegos Olímpicos de México 68. El 2 de octubre se perpetró un crimen de estado; la masacre en la Plaza de las 3 Culturas de Tlatelolco logró disolverlo en diciembre de manera conjunta con la operación galeana, el Batallón Olimpia, la Dirección Federal de Seguridad (DFS) la Policía Secreta y el Ejército Mexicano; todos contra la manifestación pacífica convocada por el CNH. Responsable fue, dicho por Luis H. Álvarez y admitido públicamente por sí mismo, Gustavo Díaz Ordaz. Presidente.

38 años después, en 2006, la FEMOSPP de PGR, reconoció en su Informe Histórico a la Sociedad mexicana que el movimiento estudiantil marcó inflexión en la política del país; fue independiente, contestario, recurrió a la resistencia civil, demandó libertad y democracia por sobre el imaginario mundial. Concluyó que el gobierno mexicano aplicó mecanismos de control y disuasión útiles frente a la disidencia social subversiva; lejos de atender demandas legítimas reprimió y aniquiló a dirigencia y a los más combativos; usó detención ilegal, maltrato, tortura, persecución, desaparición forzada, criminalización, espionaje, ejecución extrajudicial; frenó la libre expresión, trazó campañas de desprestigio y descrédito por medios masivos controlados de comunicación; falsificó y creó material de comunicación; usó la fuerza criminal institucional del Edo mexicano, con actuación, asesoría, presencia e investigación de la CIA. No hay cifras precisas hasta hoy, de asesinados, heridos, desaparecidos y encarcelados.

La más reciente; “Noche de Iguala”. El 26 de septiembre de 2014 desaparecieron 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa. Aquí la “Verdad histórica” se convirtió en “Vergonzosa mentira”. No hay respuesta sobre su paradero; ¿porque les atacó el crimen organizado? ¿Qué papel jugaron las fuerzas de seguridad estatales y federales? Hay al menos funcionarios implicados que son perseguidos por manipular información y testimonios; por sembrar pruebas y torturar detenidos. Se destapó toda una red de colusiones entre los 3 niveles de autoridad con el grupo delictivo guerreros unidos para atacar y desaparecer a los 43 normalistas; sólo se hallaron fragmentos óseos de 2 de ellos. ¿Cuánto tiempo más transcurrirá para llegar al fondo de la verdad?