/ domingo 15 de noviembre de 2020

Desde la capital | 1988-2020 XXXII Aniversario

“Para controlar la siembra de estupefacientes en el triángulo dorado, confluencia de límites entre Durango, Sinaloa y Chihuahua, el estado mexicano promovió la “operación cóndor” a mediados de los setentas. La militarización de la región serrana generó articulación entre militares y capos de la droga; intensificó la presencia policiaco militar en el estado; sobre todo en la sierra y Ciudad Juárez. Multiplicó denuncias por complicidad con capos de la droga y atropellos a las garantías individuales”.

El 10 de noviembre de 1988, Monseñor José A. Llaguno Farías Obispo de Tarahumara rodeado de sacerdotes y creyentes fundó la Comisión de Solidaridad y Defensa de Derechos Humanos AC. (Cosyddhac), primera en el país. El objetivo, capacitar a los ciudadanos para denunciar los abusos en materia de derechos humanos, a través de equipos conformados en Chihuahua capital, Ciudad Juárez, Parral y otras más en regiones de la agreste sierra Tarahumara. Tales alternativas se multiplicaron en todo el país. Unidas conformaron la Red TDT que hoy aglutina 86 organismos civiles, plurales, apartidistas en 25 de 31 estados. Planean y trazan estrategias para mejorar la defensa de los derechos humanos.

Antes, varios hechos de tortura en 1989, obligaron el inicio de la campaña “tortura nunca más”:

1) El secuestro y tortura durante dos días, a Eleazar García Beltrán por militares de la Fuerza Tarea Marte II, en el municipio de Guadalupe y Calvo. El hecho lo denunció el padre de la víctima. Cosyddhac lo hizo ante el procurador general del estado; culminó con rueda de prensa.

2) La tortura a 2 empleados de telégrafos, Armando Acevedo y Humberto Morales. Torturados por la policía judicial del estado se les encarceló por robo.

3) El Sacerdote Xavier Gutiérrez Cantú, capellán del centro penitenciario denunció el 13 de septiembre de 1989 múltiples casos de tortura a internos de la penitenciaría.

4) La muerte de Armando Prado Mena torturado por agentes de la policía Judicial del Estado.

5) Este hecho influyó y dio fuerza a la campaña. El 18 de octubre, en una habitación del tercer piso de un hotel en Guadalupe y Calvo. Policías federales y estatales torturaron toda una noche a Emiliano Olivas Madrigal joven rarámuri de 20 años a quien terminaron lanzando por la ventana a un callejón. Indignados pobladores del lugar y ejidos circunvecinos tomaron la presidencia municipal. Exhumado el cuerpo la autopsia reveló tortura y se encarceló a los nueve policías responsables.

El 6 de octubre de 1988, Cosyddhac lanzó la campaña “Tortura Nunca Más” con acto público en la Plaza de Armas; presentes varias organizaciones civiles nacionales y locales, culminando con la misa que concelebró el Obispo Adalberto Almeida. Se sensibilizo e involucró a la sociedad chihuahuense en las demandas de la campaña. Diez años después, conflictos internos amenazaron la sobrevivencia del equipo. Eso menguó la membresía no la tarea. La inseguridad y violencia en la sierra suspendió el trabajo brindado por 20 años a comunidades indígenas, en asesoría y gestoría. De 4 casos llevados a instancias internacionales, uno acabó en solución amistosa; otros 2 con castigo a responsables; sólo la investigación en la desaparición forzada de Cruz Ávila Mondragón, el 29 de febrero de 1999 de la cárcel municipal local, desviada de inicio sigue impune y es uno de tres, en los que el Estado mexicano no ha cumplido a cabalidad la reparación integral del daño a las víctimas; es decir, no satisface aún los acuerdos celebrados ante la Comisión interamericana de derechos humanos.

“Para controlar la siembra de estupefacientes en el triángulo dorado, confluencia de límites entre Durango, Sinaloa y Chihuahua, el estado mexicano promovió la “operación cóndor” a mediados de los setentas. La militarización de la región serrana generó articulación entre militares y capos de la droga; intensificó la presencia policiaco militar en el estado; sobre todo en la sierra y Ciudad Juárez. Multiplicó denuncias por complicidad con capos de la droga y atropellos a las garantías individuales”.

El 10 de noviembre de 1988, Monseñor José A. Llaguno Farías Obispo de Tarahumara rodeado de sacerdotes y creyentes fundó la Comisión de Solidaridad y Defensa de Derechos Humanos AC. (Cosyddhac), primera en el país. El objetivo, capacitar a los ciudadanos para denunciar los abusos en materia de derechos humanos, a través de equipos conformados en Chihuahua capital, Ciudad Juárez, Parral y otras más en regiones de la agreste sierra Tarahumara. Tales alternativas se multiplicaron en todo el país. Unidas conformaron la Red TDT que hoy aglutina 86 organismos civiles, plurales, apartidistas en 25 de 31 estados. Planean y trazan estrategias para mejorar la defensa de los derechos humanos.

Antes, varios hechos de tortura en 1989, obligaron el inicio de la campaña “tortura nunca más”:

1) El secuestro y tortura durante dos días, a Eleazar García Beltrán por militares de la Fuerza Tarea Marte II, en el municipio de Guadalupe y Calvo. El hecho lo denunció el padre de la víctima. Cosyddhac lo hizo ante el procurador general del estado; culminó con rueda de prensa.

2) La tortura a 2 empleados de telégrafos, Armando Acevedo y Humberto Morales. Torturados por la policía judicial del estado se les encarceló por robo.

3) El Sacerdote Xavier Gutiérrez Cantú, capellán del centro penitenciario denunció el 13 de septiembre de 1989 múltiples casos de tortura a internos de la penitenciaría.

4) La muerte de Armando Prado Mena torturado por agentes de la policía Judicial del Estado.

5) Este hecho influyó y dio fuerza a la campaña. El 18 de octubre, en una habitación del tercer piso de un hotel en Guadalupe y Calvo. Policías federales y estatales torturaron toda una noche a Emiliano Olivas Madrigal joven rarámuri de 20 años a quien terminaron lanzando por la ventana a un callejón. Indignados pobladores del lugar y ejidos circunvecinos tomaron la presidencia municipal. Exhumado el cuerpo la autopsia reveló tortura y se encarceló a los nueve policías responsables.

El 6 de octubre de 1988, Cosyddhac lanzó la campaña “Tortura Nunca Más” con acto público en la Plaza de Armas; presentes varias organizaciones civiles nacionales y locales, culminando con la misa que concelebró el Obispo Adalberto Almeida. Se sensibilizo e involucró a la sociedad chihuahuense en las demandas de la campaña. Diez años después, conflictos internos amenazaron la sobrevivencia del equipo. Eso menguó la membresía no la tarea. La inseguridad y violencia en la sierra suspendió el trabajo brindado por 20 años a comunidades indígenas, en asesoría y gestoría. De 4 casos llevados a instancias internacionales, uno acabó en solución amistosa; otros 2 con castigo a responsables; sólo la investigación en la desaparición forzada de Cruz Ávila Mondragón, el 29 de febrero de 1999 de la cárcel municipal local, desviada de inicio sigue impune y es uno de tres, en los que el Estado mexicano no ha cumplido a cabalidad la reparación integral del daño a las víctimas; es decir, no satisface aún los acuerdos celebrados ante la Comisión interamericana de derechos humanos.