/ viernes 10 de diciembre de 2021

Degustando la vida | Que esta navidad sea la oportunidad de expresar amor en todo su esplendor

En esta época solemos ser más receptivos y consientes sobre lo que tenemos y también lo que sentimos; Navidad, palabra que engloba alegría, reconciliación, paz, amor: eso es la verdadera Navidad. ¿Cuándo perdimos el verdadero sentido de lo que es la Navidad?, nosotros hemos etiquetado el amor en una joya, en un vestido, en un juguete…es precisamente por ello que la Navidad ha perdido su sentido. La unión familiar no se expresa de la manera adecuada, estamos en unión, pero a la vez no lo estamos; nuestros niños tienen los juguetes, pero no tienen los padres que jueguen con ellos porque están ocupados en sus conversaciones de adultos, los niños se meten en sus mundos de juegos y sus padres en sus mundos de adultos y la familia va tomando una connotación de tú en tu mundo y yo en el mío, una separación, una división. Que esta Navidad sea tu propósito el comenzar a construir una verdadera familia, que el tiempo sea compartido entre tus responsabilidades laborales y la responsabilidad de tu hogar, que tu vida deje de ser tan monótona y fría, y se llene de paz y calor a través del amor incondicional a los tuyos y a los que te rodean.

Que en esta Navidad todo aquel que necesite el amor le sea entregado a través de un abrazo y un beso, que no se quede ningún niño sin el amor de sus padres, reconcíliate contigo mismo, entrégate y sé cómo realmente eres: Esencia pura de amor divino.


Navidad es la época en la que todos quieren que se olvide su pasado y se recuerde su presente. (Phyllis Diller).

Tengamos en cuenta, que quizás sea la época del año en que la familia puede reunirse, pero preguntémonos si existe otras oportunidades para reunirnos con los que amamos, quizás el trabajo, los estudios o múltiples actividades que llenan nuestra agenda, no nos permiten disfrutar de esos momentos, de que serviría tanto trabajo si al final no podemos compartir nuestro tiempo con los que amamos, o quizás las llamadas que hacemos una vez al año a esos amigos de toda la vida, ¿por qué no lo hacemos más seguido? De repente nos motivamos a ser generosos con los que necesitan, nuestro prójimo. Si estamos en la posibilidad de hacerlo más de una vez ¿por qué no lo hacemos sin esperar que sea una fecha especial? Sin esperar que sea sólo Navidad. Quizás esa noche compartas la mesa y tu cena con alguien que está solo o que está triste, preguntante si en el año venidero tendrás más oportunidades de poder hacerlo con otras personas que también necesiten de tu apoyo moral, más de uno lo necesitará, también recordemos que la navidad es una época para perdonar, para no guardar resentimientos y si en el transcurso del año alguien te lastima, perdónalo y olvida. El rencor no nos hace libres, y necesitamos de libertad para vivir intensamente.

Si tienes que cerrar una etapa o una historia, hazlo; no vivas tu presente pensando que sigues en el pasado, no es saludable permanecer en una etapa más allá de lo necesario; cierra círculos, puertas o capítulos y abre otros, aquellos que contribuyan con tu desarrollo como persona y aquellos que te unan a la gente. Búscate una estrella que sea tu guía, y reparte alegría.

Steve Sánchez Ribota | Profesor

En esta época solemos ser más receptivos y consientes sobre lo que tenemos y también lo que sentimos; Navidad, palabra que engloba alegría, reconciliación, paz, amor: eso es la verdadera Navidad. ¿Cuándo perdimos el verdadero sentido de lo que es la Navidad?, nosotros hemos etiquetado el amor en una joya, en un vestido, en un juguete…es precisamente por ello que la Navidad ha perdido su sentido. La unión familiar no se expresa de la manera adecuada, estamos en unión, pero a la vez no lo estamos; nuestros niños tienen los juguetes, pero no tienen los padres que jueguen con ellos porque están ocupados en sus conversaciones de adultos, los niños se meten en sus mundos de juegos y sus padres en sus mundos de adultos y la familia va tomando una connotación de tú en tu mundo y yo en el mío, una separación, una división. Que esta Navidad sea tu propósito el comenzar a construir una verdadera familia, que el tiempo sea compartido entre tus responsabilidades laborales y la responsabilidad de tu hogar, que tu vida deje de ser tan monótona y fría, y se llene de paz y calor a través del amor incondicional a los tuyos y a los que te rodean.

Que en esta Navidad todo aquel que necesite el amor le sea entregado a través de un abrazo y un beso, que no se quede ningún niño sin el amor de sus padres, reconcíliate contigo mismo, entrégate y sé cómo realmente eres: Esencia pura de amor divino.


Navidad es la época en la que todos quieren que se olvide su pasado y se recuerde su presente. (Phyllis Diller).

Tengamos en cuenta, que quizás sea la época del año en que la familia puede reunirse, pero preguntémonos si existe otras oportunidades para reunirnos con los que amamos, quizás el trabajo, los estudios o múltiples actividades que llenan nuestra agenda, no nos permiten disfrutar de esos momentos, de que serviría tanto trabajo si al final no podemos compartir nuestro tiempo con los que amamos, o quizás las llamadas que hacemos una vez al año a esos amigos de toda la vida, ¿por qué no lo hacemos más seguido? De repente nos motivamos a ser generosos con los que necesitan, nuestro prójimo. Si estamos en la posibilidad de hacerlo más de una vez ¿por qué no lo hacemos sin esperar que sea una fecha especial? Sin esperar que sea sólo Navidad. Quizás esa noche compartas la mesa y tu cena con alguien que está solo o que está triste, preguntante si en el año venidero tendrás más oportunidades de poder hacerlo con otras personas que también necesiten de tu apoyo moral, más de uno lo necesitará, también recordemos que la navidad es una época para perdonar, para no guardar resentimientos y si en el transcurso del año alguien te lastima, perdónalo y olvida. El rencor no nos hace libres, y necesitamos de libertad para vivir intensamente.

Si tienes que cerrar una etapa o una historia, hazlo; no vivas tu presente pensando que sigues en el pasado, no es saludable permanecer en una etapa más allá de lo necesario; cierra círculos, puertas o capítulos y abre otros, aquellos que contribuyan con tu desarrollo como persona y aquellos que te unan a la gente. Búscate una estrella que sea tu guía, y reparte alegría.

Steve Sánchez Ribota | Profesor