/ viernes 15 de enero de 2021

Degustando la vida | Las personas que hacen agradable nuestra estadía en el mundo

A lo largo de nuestra vida nos cruzamos con muchos tipos de persona y, sin duda, algunas son para recordar, son esas personas que se han ganado el estar en un lugar especial en nuestra vida porque nos han prestado ayuda cuando la hemos necesitado, siempre han estado allí en los momentos difíciles o simplemente porque han crecido junto a nosotros brindándonos su amor incondicional.

Frecuentemente solemos decir que hay personas que nos despiertan un sentimiento de admiración, esto no tiene por qué coincidir con el amor o con cualquier otra forma de afecto, pero convengo en que la admiración equivale a estimar las cualidades de una persona, por ser extraordinarias y dignas de ser imitadas, admirar a una persona es darle las gracias por existir ya que es más fácil vivir y estar en compañía de aquel a quien se admira que de otra persona que nos produce desconfianza. Sin duda, una forma de mostrarle admiración a tu amigo, es saber valorar sus méritos y sus logros, animarle a superarse a sí mismo, acompañarle en el camino de la vida con una sonrisa y brindarle apoyo si así se requiere; sentirse admirado por alguien, es una de las sensaciones más sublimes que podamos poseer ante lo desconocido, es como un descubrimiento que alienta el mérito de un amigo, por sus buenas cualidades y siempre con la intención de jamás hacerle daño alguno.

A veces basta un pequeño detalle o una simple frase para hacer que esa admiración crezca; pero claro, en ocasiones estamos tan metidos pensando que todo está mal, que no tenemos tiempo ni ganas de decir ni demostrar nada que tenga que ver con la amabilidad. La mayoría de las ocasiones por las mismas ocupaciones dejamos pasar momentos importantes en los que hubiera sido ideal decir a cierta persona: ¡Te admiro!, por lo que debe reconocerse que tener la capacidad y/o habilidad de expresar verbalmente la admiración hacia una persona es una muestra de humildad y sinceridad hacia los actos buenos que realiza la persona a la que admiramos. Así, se puede precisar que la admiración pertenece al campo de las relaciones personales, tampoco debemos desear ser exactamente como la persona admirada, sino que ésta nos sirve de modelo a la que admiramos.

El respeto y la admiración a las personas es una aceptación y valoración positiva del otro por ser persona. Lleva consigo una aceptación incondicional de la persona tal y como es. Es decir, una aceptación sincera de sus cualidades, actitudes y opiniones; una comprensión de sus defectos. En el plano humano, el respeto a las personas implica no considerarse superior a nadie.

Parte de este escrito es para ti mamá (Margarita Ribota de Sánchez) por la gran admiración que te tengo y por ser quién eres… Por eso te llevo en mi corazón.

Steve Sánchez Ribota


A lo largo de nuestra vida nos cruzamos con muchos tipos de persona y, sin duda, algunas son para recordar, son esas personas que se han ganado el estar en un lugar especial en nuestra vida porque nos han prestado ayuda cuando la hemos necesitado, siempre han estado allí en los momentos difíciles o simplemente porque han crecido junto a nosotros brindándonos su amor incondicional.

Frecuentemente solemos decir que hay personas que nos despiertan un sentimiento de admiración, esto no tiene por qué coincidir con el amor o con cualquier otra forma de afecto, pero convengo en que la admiración equivale a estimar las cualidades de una persona, por ser extraordinarias y dignas de ser imitadas, admirar a una persona es darle las gracias por existir ya que es más fácil vivir y estar en compañía de aquel a quien se admira que de otra persona que nos produce desconfianza. Sin duda, una forma de mostrarle admiración a tu amigo, es saber valorar sus méritos y sus logros, animarle a superarse a sí mismo, acompañarle en el camino de la vida con una sonrisa y brindarle apoyo si así se requiere; sentirse admirado por alguien, es una de las sensaciones más sublimes que podamos poseer ante lo desconocido, es como un descubrimiento que alienta el mérito de un amigo, por sus buenas cualidades y siempre con la intención de jamás hacerle daño alguno.

A veces basta un pequeño detalle o una simple frase para hacer que esa admiración crezca; pero claro, en ocasiones estamos tan metidos pensando que todo está mal, que no tenemos tiempo ni ganas de decir ni demostrar nada que tenga que ver con la amabilidad. La mayoría de las ocasiones por las mismas ocupaciones dejamos pasar momentos importantes en los que hubiera sido ideal decir a cierta persona: ¡Te admiro!, por lo que debe reconocerse que tener la capacidad y/o habilidad de expresar verbalmente la admiración hacia una persona es una muestra de humildad y sinceridad hacia los actos buenos que realiza la persona a la que admiramos. Así, se puede precisar que la admiración pertenece al campo de las relaciones personales, tampoco debemos desear ser exactamente como la persona admirada, sino que ésta nos sirve de modelo a la que admiramos.

El respeto y la admiración a las personas es una aceptación y valoración positiva del otro por ser persona. Lleva consigo una aceptación incondicional de la persona tal y como es. Es decir, una aceptación sincera de sus cualidades, actitudes y opiniones; una comprensión de sus defectos. En el plano humano, el respeto a las personas implica no considerarse superior a nadie.

Parte de este escrito es para ti mamá (Margarita Ribota de Sánchez) por la gran admiración que te tengo y por ser quién eres… Por eso te llevo en mi corazón.

Steve Sánchez Ribota