/ viernes 7 de enero de 2022

Degustando la vida | Comencemos este año con la plena confianza en nuestras acciones

El inicio de un nuevo año siempre se nos muestra como una oportunidad para reflexionar sobre nuestros objetivos cumplidos e incumplidos durante todo el año. Seguramente, momentos antes del conteo regresivo nos ponemos un poco reflexivos, con una mezcla de culpa por todo lo que hemos dejado sin hacer, una pizca de satisfacción por nuestros logros y una gran dosis de determinación renovada para un nuevo año que apenas comienza, el ambiente festivo y optimista de diciembre no nos deja pensar con claridad y a mediados de enero nos estamos diciendo a nosotros mismos que las metas que nos propusimos con tanto anhelo son muy difíciles de cumplir y ahí acaba nuestro entusiasmo.

Este año nuevo no te permitas más renuncias, decepciones y excusas, esta es tu oportunidad de llenarte de motivación, de reconciliarte con tus sueños, de retomar el camino que siempre has querido recorrer, esta es tu oportunidad para iniciar una nueva vida con una actitud triunfadora, el año ha llegado a su fin, y ahora se nos presentan 360 días para vivir al máximo con todo lo que somos, se terminaron las fiestas, los brindis y los abrazos, y ahora debemos pensar en todo lo bueno que esperamos del año nuevo, estamos en el inicio de un nuevo ciclo. Iniciémoslo con positivismo, perdonando nuestros errores del pasado, ahora es el momento de comenzar de nuevo, llenos de paz, confianza y armonía, nos hemos despedido y desprendido de un año que, a algunos, nos ha causado dolor por la pérdida de un ser querido, su ausencia se ha hecho más presente durante estas fechas, pero debemos dejar de llorar y, en su lugar, atesorar las sonrisas y el ejemplo de aquellos que nos dejaron, los echamos de menos, sí, pero es necesario mirar al mañana con esperanza, levantémonos, también, de entre las cenizas del desengaño, del dolor o de la traición, abramos nuestro corazón y alimentémonos de esa fuerza que mueve al mundo: la fuerza del amor, piensa en aquello que te hace especial, en tus metas en lo que te hace feliz a ti., ¡y ve a por ello! Vive el momento, vive día a día, que la paz y el amor invadan nuestros hogares, si nos detenemos por un momento y hacemos una pausa para mirar hacia atrás, podremos darnos cuenta que nos encontramos exactamente donde nos han traído nuestras acciones pasadas, el ser humano construye su futuro día a día mediante sus pensamientos, palabras y acciones, y estas a su vez van moldeando el presente, la tradición de los deseos o propósitos es muy sencilla, en ella cada persona se traza metas que hasta ahora no ha podido alcanzar, o no se había planteado y se hace el firme propósito de lograrlas durante el año que recién comienza, con el pasar del tiempo nuestra voluntad se fortalece y nos sentimos cada vez más capaces de lograr lo que nos propusimos; y no solo eso sino que también sentimos la necesidad de hacer algo por aquellos que hasta ahora no se han propuesto lograrlo por sí mismos, y comienza entonces un proceso de crecimiento en el cual nos volvemos conscientes de que somos dueños de nuestros destinos y capaces de utilizar nuestra voluntad en formas cada vez más creativas y constructivas, a partir de ese momento vemos los obstáculos solo como situaciones a superar y de las cuales aprender.


Steve Sánchez Ribota | Profesor

El inicio de un nuevo año siempre se nos muestra como una oportunidad para reflexionar sobre nuestros objetivos cumplidos e incumplidos durante todo el año. Seguramente, momentos antes del conteo regresivo nos ponemos un poco reflexivos, con una mezcla de culpa por todo lo que hemos dejado sin hacer, una pizca de satisfacción por nuestros logros y una gran dosis de determinación renovada para un nuevo año que apenas comienza, el ambiente festivo y optimista de diciembre no nos deja pensar con claridad y a mediados de enero nos estamos diciendo a nosotros mismos que las metas que nos propusimos con tanto anhelo son muy difíciles de cumplir y ahí acaba nuestro entusiasmo.

Este año nuevo no te permitas más renuncias, decepciones y excusas, esta es tu oportunidad de llenarte de motivación, de reconciliarte con tus sueños, de retomar el camino que siempre has querido recorrer, esta es tu oportunidad para iniciar una nueva vida con una actitud triunfadora, el año ha llegado a su fin, y ahora se nos presentan 360 días para vivir al máximo con todo lo que somos, se terminaron las fiestas, los brindis y los abrazos, y ahora debemos pensar en todo lo bueno que esperamos del año nuevo, estamos en el inicio de un nuevo ciclo. Iniciémoslo con positivismo, perdonando nuestros errores del pasado, ahora es el momento de comenzar de nuevo, llenos de paz, confianza y armonía, nos hemos despedido y desprendido de un año que, a algunos, nos ha causado dolor por la pérdida de un ser querido, su ausencia se ha hecho más presente durante estas fechas, pero debemos dejar de llorar y, en su lugar, atesorar las sonrisas y el ejemplo de aquellos que nos dejaron, los echamos de menos, sí, pero es necesario mirar al mañana con esperanza, levantémonos, también, de entre las cenizas del desengaño, del dolor o de la traición, abramos nuestro corazón y alimentémonos de esa fuerza que mueve al mundo: la fuerza del amor, piensa en aquello que te hace especial, en tus metas en lo que te hace feliz a ti., ¡y ve a por ello! Vive el momento, vive día a día, que la paz y el amor invadan nuestros hogares, si nos detenemos por un momento y hacemos una pausa para mirar hacia atrás, podremos darnos cuenta que nos encontramos exactamente donde nos han traído nuestras acciones pasadas, el ser humano construye su futuro día a día mediante sus pensamientos, palabras y acciones, y estas a su vez van moldeando el presente, la tradición de los deseos o propósitos es muy sencilla, en ella cada persona se traza metas que hasta ahora no ha podido alcanzar, o no se había planteado y se hace el firme propósito de lograrlas durante el año que recién comienza, con el pasar del tiempo nuestra voluntad se fortalece y nos sentimos cada vez más capaces de lograr lo que nos propusimos; y no solo eso sino que también sentimos la necesidad de hacer algo por aquellos que hasta ahora no se han propuesto lograrlo por sí mismos, y comienza entonces un proceso de crecimiento en el cual nos volvemos conscientes de que somos dueños de nuestros destinos y capaces de utilizar nuestra voluntad en formas cada vez más creativas y constructivas, a partir de ese momento vemos los obstáculos solo como situaciones a superar y de las cuales aprender.


Steve Sánchez Ribota | Profesor