/ jueves 26 de septiembre de 2019

Degustando la vida

Un cumpleaños: un día especial para agradecer lo que tenemos.

El cumpleaños, por ocurrir precisamente una vez al año, es un excelente día para detenernos y reflexionar; la gente normalmente usa ese día para festejarse haciendo una fiesta, reuniéndose con familiares y amigos: comen, toman, bailan, cantan y hacen todo lo que les gusta hacer; lo cual es muy bueno, pero yo recomiendo antes de eso, tomarse unos momentos para pensar en lo que ha pasado en ese último año.

El cumpleaños es una vez al año y es un evento personal, ¡qué mejor ocasión para dedicar un tiempo a reflexionar sobre nuestra vida! Es bueno hacer una pausa al año para pensar en cómo nos ha ido, en lo que hemos hecho, en las metas que hemos alcanzado, en las que no alcanzamos aún, en lo que hemos hecho y que nos ha resultado, pero sobre todo en lo que no hemos hecho y que debimos hacer; lo importante es entender que un día es especial porque elegimos que fuera especial, nosotros decidimos hacerlo especial y de la misma forma podemos decidir que todos y cada uno de los días que podemos vivir, pueden ser especiales.

Cualquier día es bueno para realizar este análisis del camino de nuestra vida, pero como es muy fácil decir “mañana lo hago” y luego ese mañana nunca llega, es mejor fijar un día para realizarlo, y qué mejor día que el día de nuestro cumpleaños, este día será como mirar la brújula y enderezar el camino; después de recordar a dónde queremos llegar podremos recordar qué hemos hecho para llegar ahí y qué nos faltó por hacer… y procurar recordar hacerlo para llegar a esa meta o avanzar más hacia ella para el siguiente cumpleaños.

Si resulta que hemos cumplido con todo, pues es otra razón más para festejar y no sólo el ser un año más viejos. Si no hemos cumplido con nuestras metas, ni hemos avanzado para cumplirlas podría pensarse que no hay nada por celebrar, pero si nos damos cuenta de qué nos faltó por hacer, es decir, reconocemos que debimos hacer más, eso ya es algo: eso significa que si nos proponemos a hacer lo que debimos haber hecho a partir de ese momento, entonces el día de nuestro cumpleaños será, como dicen por ahí, el primer día del resto de tu vida, y esa es una razón para festejar.

La cuestión es que pensamos que al tener un día especial, tenemos que esperar ese día especial para estar felices, para expresar lo que sentimos, para ser amables y demostrar afecto o hacer un regalo; cada día es especial, porque cada vez que nos despertamos y abrimos los ojos para darnos cuenta de que seguimos en este mundo, es otra oportunidad para hacer cosas, para disfrutar de cosas, para participar y compartir con otras personas.

Un año más el calendario avanza rápido hasta situarse impaciente y obstinado en el día de tu cumpleaños, la imaginación no tiene límites, como tampoco tus sueños dentro de ti sigues siendo aquella niña que miraba el mundo con ojos expectantes y deseaba ser la bella princesa del cuento, la valiente guerrera o la famosa astronauta que llegaba a la luna y a su paso era recibida por las estrellas, imagínate que el mejor día de tu vida es hoy desde que te levantas, empiezas con una sonrisa ante el espejo, y tu actitud se mantiene positiva durante el mayor tiempo posible. Buscas las cosas positivas, el aprendizaje en cada experiencia.

Regala sonrisas, abrazos, demuéstrale tu afecto a las personas que quieres.

En especial para la maestra Reyna Gabriela Ontiveros Muñiz por su cumpleaños.


Steve Sánchez Ribota

Un cumpleaños: un día especial para agradecer lo que tenemos.

El cumpleaños, por ocurrir precisamente una vez al año, es un excelente día para detenernos y reflexionar; la gente normalmente usa ese día para festejarse haciendo una fiesta, reuniéndose con familiares y amigos: comen, toman, bailan, cantan y hacen todo lo que les gusta hacer; lo cual es muy bueno, pero yo recomiendo antes de eso, tomarse unos momentos para pensar en lo que ha pasado en ese último año.

El cumpleaños es una vez al año y es un evento personal, ¡qué mejor ocasión para dedicar un tiempo a reflexionar sobre nuestra vida! Es bueno hacer una pausa al año para pensar en cómo nos ha ido, en lo que hemos hecho, en las metas que hemos alcanzado, en las que no alcanzamos aún, en lo que hemos hecho y que nos ha resultado, pero sobre todo en lo que no hemos hecho y que debimos hacer; lo importante es entender que un día es especial porque elegimos que fuera especial, nosotros decidimos hacerlo especial y de la misma forma podemos decidir que todos y cada uno de los días que podemos vivir, pueden ser especiales.

Cualquier día es bueno para realizar este análisis del camino de nuestra vida, pero como es muy fácil decir “mañana lo hago” y luego ese mañana nunca llega, es mejor fijar un día para realizarlo, y qué mejor día que el día de nuestro cumpleaños, este día será como mirar la brújula y enderezar el camino; después de recordar a dónde queremos llegar podremos recordar qué hemos hecho para llegar ahí y qué nos faltó por hacer… y procurar recordar hacerlo para llegar a esa meta o avanzar más hacia ella para el siguiente cumpleaños.

Si resulta que hemos cumplido con todo, pues es otra razón más para festejar y no sólo el ser un año más viejos. Si no hemos cumplido con nuestras metas, ni hemos avanzado para cumplirlas podría pensarse que no hay nada por celebrar, pero si nos damos cuenta de qué nos faltó por hacer, es decir, reconocemos que debimos hacer más, eso ya es algo: eso significa que si nos proponemos a hacer lo que debimos haber hecho a partir de ese momento, entonces el día de nuestro cumpleaños será, como dicen por ahí, el primer día del resto de tu vida, y esa es una razón para festejar.

La cuestión es que pensamos que al tener un día especial, tenemos que esperar ese día especial para estar felices, para expresar lo que sentimos, para ser amables y demostrar afecto o hacer un regalo; cada día es especial, porque cada vez que nos despertamos y abrimos los ojos para darnos cuenta de que seguimos en este mundo, es otra oportunidad para hacer cosas, para disfrutar de cosas, para participar y compartir con otras personas.

Un año más el calendario avanza rápido hasta situarse impaciente y obstinado en el día de tu cumpleaños, la imaginación no tiene límites, como tampoco tus sueños dentro de ti sigues siendo aquella niña que miraba el mundo con ojos expectantes y deseaba ser la bella princesa del cuento, la valiente guerrera o la famosa astronauta que llegaba a la luna y a su paso era recibida por las estrellas, imagínate que el mejor día de tu vida es hoy desde que te levantas, empiezas con una sonrisa ante el espejo, y tu actitud se mantiene positiva durante el mayor tiempo posible. Buscas las cosas positivas, el aprendizaje en cada experiencia.

Regala sonrisas, abrazos, demuéstrale tu afecto a las personas que quieres.

En especial para la maestra Reyna Gabriela Ontiveros Muñiz por su cumpleaños.


Steve Sánchez Ribota