/ martes 18 de agosto de 2020

De la Maquila a la Literatura

Sentarnos a charlar con Elpidia García Delgado, es encontrar una mirada lúcida que nos permitía ver la realidad de una escritora que ha trazado con constancia y talento un camino en las letras. María del Mar Obando entrevistó a Elpidia con la calidez que desprende su voz en cada palabra. En tono ágil y alegre ellas dialogaban con esa soltura y amenidad que solo se logra con la resonancia que provoca la pasión por la literatura. Los asistentes escuchamos de manera virtual, la evolución no solo literaria, sino existencial de la entrevistada que con naturalidad nos fue sumergiendo a su historia.

Elpidia inició su vida laboral en la industria maquiladora a los quince años. Logró escalar en el organigrama empresarial y se convirtió en gerente de calidad. Esto nos da un indicio de la tenacidad que posee para lograr sus metas. Después de treinta años es despedida. Este hecho la afectó emocionalmente.

El apoyo de su esposo el también escritor y profesor universitario de origen español Ricardo Vigueras fue fundamental para iniciar su carrera literaria. A través del blog “Maquilas que matan” y donde se describe a sí misma como: “Ex-trabajadora de maquila. Me gusta leer y escribir historias. En contra de la injusticia, la discriminación, la violencia, la explotación, la miseria y la guerra; a favor de la libre elección, la igualdad, la democracia, el multiculturalismo, y la educación como promotora de la libertad.”

Esa descripción es toda una filosofía de vida. Sin duda escribe la historia de su vida. Pues cincela su carrera literaria con la precisión y vigor necesarios para vencer la fuerza y resistencia de la adversidad. Su filosofía trasciende: imparte talleres; realiza gestiones para que estos sean gratuitos, procurando el apoyo de las instituciones públicas y logrando que la hermética industria maquiladora le permitiera abrir un espacio de escritura creativa para los trabajadores.

La premisa con la que Elpidia inicia sus cursos es una frase poderosa que queda instalada en sus alumnos: “Siéntase escritor”. Ella comparte que en el momento que descubrió su pasión por la escritura, establece un compromiso personal: escribir y leer con constancia y disciplina. Esto incluye prepararse de manera permanente.

El sentido de comunidad prevalece en su actuar. Impulsa y apoya a autores noveles. Brinda acompañamiento de manera generosa y desinteresada.

María del Mar concluye sonriente esa agradable interacción que nos permitió acercarnos a Elpidia desde diversos ángulos. Hay una idea común y silenciosa entre los asistentes al encuentro virtual, que se manifiesta cuando se activan cámaras y micrófonos para expresar admiración y solicitar la obra de la invitada.

La virtualidad no permite acercarnos no solo a la literatura, sino a la visión humana de la autora. La reunión remota concluye repleta de inspiración y un acercamiento que vence las distancias.



Sentarnos a charlar con Elpidia García Delgado, es encontrar una mirada lúcida que nos permitía ver la realidad de una escritora que ha trazado con constancia y talento un camino en las letras. María del Mar Obando entrevistó a Elpidia con la calidez que desprende su voz en cada palabra. En tono ágil y alegre ellas dialogaban con esa soltura y amenidad que solo se logra con la resonancia que provoca la pasión por la literatura. Los asistentes escuchamos de manera virtual, la evolución no solo literaria, sino existencial de la entrevistada que con naturalidad nos fue sumergiendo a su historia.

Elpidia inició su vida laboral en la industria maquiladora a los quince años. Logró escalar en el organigrama empresarial y se convirtió en gerente de calidad. Esto nos da un indicio de la tenacidad que posee para lograr sus metas. Después de treinta años es despedida. Este hecho la afectó emocionalmente.

El apoyo de su esposo el también escritor y profesor universitario de origen español Ricardo Vigueras fue fundamental para iniciar su carrera literaria. A través del blog “Maquilas que matan” y donde se describe a sí misma como: “Ex-trabajadora de maquila. Me gusta leer y escribir historias. En contra de la injusticia, la discriminación, la violencia, la explotación, la miseria y la guerra; a favor de la libre elección, la igualdad, la democracia, el multiculturalismo, y la educación como promotora de la libertad.”

Esa descripción es toda una filosofía de vida. Sin duda escribe la historia de su vida. Pues cincela su carrera literaria con la precisión y vigor necesarios para vencer la fuerza y resistencia de la adversidad. Su filosofía trasciende: imparte talleres; realiza gestiones para que estos sean gratuitos, procurando el apoyo de las instituciones públicas y logrando que la hermética industria maquiladora le permitiera abrir un espacio de escritura creativa para los trabajadores.

La premisa con la que Elpidia inicia sus cursos es una frase poderosa que queda instalada en sus alumnos: “Siéntase escritor”. Ella comparte que en el momento que descubrió su pasión por la escritura, establece un compromiso personal: escribir y leer con constancia y disciplina. Esto incluye prepararse de manera permanente.

El sentido de comunidad prevalece en su actuar. Impulsa y apoya a autores noveles. Brinda acompañamiento de manera generosa y desinteresada.

María del Mar concluye sonriente esa agradable interacción que nos permitió acercarnos a Elpidia desde diversos ángulos. Hay una idea común y silenciosa entre los asistentes al encuentro virtual, que se manifiesta cuando se activan cámaras y micrófonos para expresar admiración y solicitar la obra de la invitada.

La virtualidad no permite acercarnos no solo a la literatura, sino a la visión humana de la autora. La reunión remota concluye repleta de inspiración y un acercamiento que vence las distancias.