El sangrado nasal o epistaxis en su término médico, es un problema muy común dentro de los síntomas nasales, encontrando dos picos en distintas edades, ya que es más frecuente entre los 15 a 25 años y entre los 45 a 65 años, comúnmente no tiene mucha relevancia y no requiere mayor tratamiento, incluso ni valoración médica si es un evento corto y no recurre, durante la estación de verano cuando el calor aumenta, es frecuente que se presenten estos cuadros por la resequedad que se llega a producir en el interior de las fosas nasales.
La nariz tiene gran riqueza en vasos sanguíneos y la ruptura de cualquiera de ellos puede provocar el sangrado desde el acceso a la nariz hasta su unión con la parte superior trasera de la boca, por ello un sangrado nasal puede solo sentir el sabor en la boca o salir por la boca, pero venir la sangre de los vasos nasales, eso hace la diferencia entre sangrado nasal anterior y posterior.
Pueden tener causas locales desde golpes, el hurgado y rascado en fosas nasales, algunas enfermedades como infecciones de vías aéreas, sinusitis, factores ambientales como calor o humedad, irritación por sustancias, hemorragias hereditarias, uso de inhaladores, ácido acetilsalicílico, anticoagulantes, embarazo, enfermedades cardiovasculares, hipertensión arterial, arteriosclerosis, coagulopatias, leucemias, diabetes, enfermedades renales, alcoholismo, carencia de Vitamina K.
En pocos cuadros puede ser un suceso complicado si el sangrado es de gran intensidad, lo cual requiere tratamiento médico e incluso estudios de laboratorio para descartar algún problema de coagulación o iniciar a estudiar por qué motivo está ocurriendo el sangrado.
Al acudir con su médico, es común que posterior a realizar un interrogatorio donde se busque determinar tiempo y cantidad de sangrado, así como enfermedades probables, realice una exploración en la nariz y boca, buscando localizar donde inició el sangrado y tratar de identificar la causa.
Una de las indicaciones para detener el sangrado es hacer presión en la parte blanda de la nariz (región cartilaginosa nasal anterior) por un tiempo de 5 minutos para que se detenga el sangrado y aplicar una solución nasal vasoconstrictora como la oximetazolina (de venta libre). En caso de que no cediera la hemorragia nasal o esté siendo muy frecuente el sangrado, se debe acudir con el médico donde es probable que se aplique un taponamiento con gasas impregnadas de anestesia y un vasoconstrictor si el sangrado proviene de la parte posterior nasal es factible aplicar una sonda en la nariz, buscando ejercer presión directa en la parte retro nasal.
En algunos casos, cuando el sangrado es recurrente o muy abundante, le puede proponer su médico realizar una cauterización (quemar el vaso que está sangrando con un electrocauterio) regularmente este procedimiento ya se realiza en consultorio de especialidad previa aplicación local de anestesia para que sea menos incómodo el procedimiento o, en pacientes pediátricos (niños), se llega a realizar en quirófano por la falta de cooperación al procedimiento.
El médico especialista en la nariz es el cirujano de cabeza y cuello también denominado otorrinolaringólogo, quien puede realizar los procedimientos especializados para evitar que vuelva a sangrar, aun cuando quizá si en los estudios se encuentra una alteración sanguínea se requiera la valoración por un médico especialista en hematología o medicina interna.
Confíe en su médico general (regularmente es el primer contacto), quien le indicará lo necesario o le orientará con el médico especialista en caso de que lo considere conveniente, así como ordenarle estudios de laboratorio para descartar o localizar alguna enfermedad, buscando prevenir posibles complicaciones.
