Algunos síntomas que nos pueden hacer sospechar que tenemos anemia son el cansancio o fatiga, una palidez anormal (contemplando que hay tonos de piel claros que se ven pálidos con frecuencia), aceleración de pulso cardiaco o taquicardia (considerando un rango normal de frecuencia cardiaca entre 60 a 90 latidos por minuto), disnea también conocida como dificultad respiratoria y fragilidad en uñas o cabello. La anemia no tiene qué ver con las manchas blancas conocidos como jiotes que salen en el rostro, ese padecimiento es más común por una pigmentación de la piel no uniforme relacionada con la exposición solar y no con deficiencias de hierro.
La anemia es cuando los glóbulos rojos disminuyen en su número, esto se puede saber por medio de un estudio de laboratorio sencillo que oscila en costo de los 150 a 250 pesos aproximadamente llamado biometría hemática, la cual nos reporta varios datos, pero el relacionado a la anemia directamente es el llamado hemoglobina, localizándose con la abreviatura Hb o HGB, variando los valores de referencia normales en un rango de 12 a 16 g/dl, entendiendo por anemia cuando el resultado reportado se encuentre menor a los valores de referencia.
El oxígeno se transporta (una vez que se integra a la sangre) desde los pulmones hasta todos los tejidos del cuerpo por medio de los glóbulos rojos, por ello, si tenemos menos transporte de oxígeno se tendrán síntomas de compensación , que busquen mitigar la carencia de citado transporte, en un ejemplo burdo tendríamos que si se requerían 10 camiones para llevar a los trabajadores de la maquila para que lleguen a tiempo y sólo hay siete, ello obligaría a hacer los viajes mas rápido para transportar a todos en el mismo tiempo que se hacía con diez, esto traducido en el cuerpo sería la aceleración de la frecuencia cardiaca (taquicardia) cuando hay anemia, se busca cubrir la necesidades de oxigenación más rápido con menos transporte de oxígeno (hemoglobina).
La anemia puede provocarse de manera aguda, ocasionada por un sangrado, dando problemas desde el colapso vascular, coloración pálida de la piel y mucosas, una sudoración, palpitaciones, disminucion de la presión arterial, un ejemplo en el caso de úlceras en el estómago conocido como sangrado de tubo digestivo, esto provoca evacuaciones de color negro, similares a la murcia o moronga (sangre digerida).
Una de las causas comunes, puede ser una dieta con deficiencia de hierro, algunos medicamentos u otra enfermedad, incluso hay anemias que pueden tener un factor genético (ser hereditarias), puede ser la manifestación de una enfermedad de la sangre (hematológica) o ser la expresión de diferentes enfermedades.
La anemia cuando se hace crónica (proceso lento y constante) generalmente el organismo genera mecanismos de adaptación pudiendo estar con pocos síntomas o incluso sin síntomas, principalmente si llevaba un estilo de vida sedentario, pero una anemia leve se puede presentar al inicio como fatiga, disminucion de la resistencia física, palpitaciones e incluso dificultad para respirar, recordando que la sangre es la responsable de trasladar el oxígeno y si está disminuida también la respiración a nivel celular.
Cualquier médico le puede dar la orden de laboratorio al acudir a consulta, y en caso de ser necesario iniciar tratamiento a base de pastillas como sulfato o fumarato ferroso, tratar de detectar el origen de la anemia, ya sea que se produzca deficientemente o que se esté perdiendo sangre, independientemente de cual sea el motivo se requiere cubrir esa deficiencia en lo que se estudia al paciente, llegando a ser necesario en ocasiones transfusiones sanguíneas .
El médico especialista para valorar las enfermedades de la sangre incluyendo la anemia, es el hematólogo, quien estudió primero la carrera de medicina, luego un tiempo de medicina interna y concluyó como hematólogo, para profundizar en este padecimiento.
