/ viernes 15 de julio de 2022

Cuidando nuestra salud... | Y tú, ¿cómo manejas tus emociones?

2da. Parte, Inteligencia emocional

De acuerdo con Daniel Goleman en su libro “Inteligencia Emocional” Para que una persona sea inteligente emocionalmente necesita desarrollar una serie de habilidades las cuales son: autoconocimiento, autocontrol o autorregulación, autoestima, desarrollo de habilidades, empatía, conducta no verbal, conducta verbal e interpretación.

El autoconocimiento consiste en conocerse a uno mismo de forma sincera, honesta y realista, entender nuestras emociones, defectos, cualidades y problemas, es mirar hacia dentro, ser capaz de introspectar.

El autocontrol o autorregulación, es tener tolerancia a la frustración, es la capacidad de contener nuestros deseos o impulsos para regular la conducta. A los terapeutas nos ayuda para ver aspectos de salud, riesgo, enfermedad. Por ejemplo no porque se esté enojada se va a golpear o matar a otra, o decir grosería y media si no es el momento, lugar adecuado o la forma correcta

La autoestima es la percepción que se tiene de uno mismo, implica conocerse, quererse, respetarse y aceptarse como uno es, buscando el crecer y mejorar cada día. Imaginemos una línea con dos polos y un punto medio. En los cuales el lado izquierdo representa la autoestima baja. El medio autoestima normal o sana y el derecho autoestima sobrevalorada, cuando en una persona predomina alguno de estos polos, hay problemas en su autoestima y según la gravedad se puede presentar algún trastorno de personalidad. Ambos polos nos hablan de una autoestima baja, con carencias emocionales con manifestaciones diferentes. Todas las personas tenemos fluctuaciones en nuestra autoestima esto quiere decir que podemos en ocasiones manejarla baja o sobrevalorada lo que se convierte en un problema son los tiempos y la frecuencia en la que se queda la persona en estos estadios. Entre más nos conozcamos, respetemos y aceptemos, nuestra autoestima será más sana.

El Desarrollo de habilidades se refiere a no quedarnos donde estamos, sino buscar crecer, aprender, trascender. Desde habilidades intrapersonales (de autoconocimiento, introspección) hasta interpersonales (de convivencia con los demás) y desarrollo personal.

La empatía es la capacidad de ponernos en la posición de la otra persona, comprender cómo se siente, cómo se sentiría uno al atravesar esa situación. No es necesario vivir la misma situación para poder ser empático pero sí es importante la sensibilidad, tener un interés real por lo que le sucede a otra persona.

La comunicación es otra habilidad fundamental para el ser humano y dentro de la inteligencia emocional, es inherente a él, queramos o no siempre estamos comunicando, expertos en comunicación señalan que el 70% lo comunicamos a través de la comunicación no verbal (analógica) y el 30% a la comunicación verbal (lógica). La comunicación va muy ligada a la asertividad y también tiene sus dos polos: pasividad y agresividad. Se vale decir lo que pienso, siento y creo siempre y cuando lo diga con tino, tono y tacto, y traiga algo positivo como consecuencia.

La Interpretación, se refiere a cómo estoy percibiendo, comprendiendo, analizando, reflexionando lo sucedido. Ya que cada quien percibe las cosas con sus propios lentes, por eso, es que vemos la realidad de manera diferente, y lo que pensamos y creemos es nuestra realidad. Por esta razón es esencial trabajar nuestra inteligencia emocional para ser más conscientes, responsables, podernos conectar, vincular y relacionar de manera sana y responsable con nosotros mismos y con los demás.

Nos vemos la próxima semana, aprendiendo más de nosotros mismos para transformar nuestra realidad e influir en los demás de forma positiva. Recordemos que nuestra actitud es reflejo de lo que pensamos, sentimos y hacemos...


Jessica Cano Gasperin | Piscoterapeuta

2da. Parte, Inteligencia emocional

De acuerdo con Daniel Goleman en su libro “Inteligencia Emocional” Para que una persona sea inteligente emocionalmente necesita desarrollar una serie de habilidades las cuales son: autoconocimiento, autocontrol o autorregulación, autoestima, desarrollo de habilidades, empatía, conducta no verbal, conducta verbal e interpretación.

El autoconocimiento consiste en conocerse a uno mismo de forma sincera, honesta y realista, entender nuestras emociones, defectos, cualidades y problemas, es mirar hacia dentro, ser capaz de introspectar.

El autocontrol o autorregulación, es tener tolerancia a la frustración, es la capacidad de contener nuestros deseos o impulsos para regular la conducta. A los terapeutas nos ayuda para ver aspectos de salud, riesgo, enfermedad. Por ejemplo no porque se esté enojada se va a golpear o matar a otra, o decir grosería y media si no es el momento, lugar adecuado o la forma correcta

La autoestima es la percepción que se tiene de uno mismo, implica conocerse, quererse, respetarse y aceptarse como uno es, buscando el crecer y mejorar cada día. Imaginemos una línea con dos polos y un punto medio. En los cuales el lado izquierdo representa la autoestima baja. El medio autoestima normal o sana y el derecho autoestima sobrevalorada, cuando en una persona predomina alguno de estos polos, hay problemas en su autoestima y según la gravedad se puede presentar algún trastorno de personalidad. Ambos polos nos hablan de una autoestima baja, con carencias emocionales con manifestaciones diferentes. Todas las personas tenemos fluctuaciones en nuestra autoestima esto quiere decir que podemos en ocasiones manejarla baja o sobrevalorada lo que se convierte en un problema son los tiempos y la frecuencia en la que se queda la persona en estos estadios. Entre más nos conozcamos, respetemos y aceptemos, nuestra autoestima será más sana.

El Desarrollo de habilidades se refiere a no quedarnos donde estamos, sino buscar crecer, aprender, trascender. Desde habilidades intrapersonales (de autoconocimiento, introspección) hasta interpersonales (de convivencia con los demás) y desarrollo personal.

La empatía es la capacidad de ponernos en la posición de la otra persona, comprender cómo se siente, cómo se sentiría uno al atravesar esa situación. No es necesario vivir la misma situación para poder ser empático pero sí es importante la sensibilidad, tener un interés real por lo que le sucede a otra persona.

La comunicación es otra habilidad fundamental para el ser humano y dentro de la inteligencia emocional, es inherente a él, queramos o no siempre estamos comunicando, expertos en comunicación señalan que el 70% lo comunicamos a través de la comunicación no verbal (analógica) y el 30% a la comunicación verbal (lógica). La comunicación va muy ligada a la asertividad y también tiene sus dos polos: pasividad y agresividad. Se vale decir lo que pienso, siento y creo siempre y cuando lo diga con tino, tono y tacto, y traiga algo positivo como consecuencia.

La Interpretación, se refiere a cómo estoy percibiendo, comprendiendo, analizando, reflexionando lo sucedido. Ya que cada quien percibe las cosas con sus propios lentes, por eso, es que vemos la realidad de manera diferente, y lo que pensamos y creemos es nuestra realidad. Por esta razón es esencial trabajar nuestra inteligencia emocional para ser más conscientes, responsables, podernos conectar, vincular y relacionar de manera sana y responsable con nosotros mismos y con los demás.

Nos vemos la próxima semana, aprendiendo más de nosotros mismos para transformar nuestra realidad e influir en los demás de forma positiva. Recordemos que nuestra actitud es reflejo de lo que pensamos, sentimos y hacemos...


Jessica Cano Gasperin | Piscoterapeuta