/ miércoles 15 de junio de 2022

Cuidando nuestra salud | Salud, actitud y algo más

La sociedad en que vivimos se ha pronunciado por el éxito fácil demeritando la cultura del esfuerzo. En la actualidad vivimos en una sociedad en la que tenemos al alcance tantas cosas, no podemos negar que vivimos en una sociedad muy enferma y lastimada. Y esto tiene que ver con lo que pensamos, creemos, sentimos y hacemos. Claro, también con la realidad económica, política y social que vivimos en nuestro país y de manera mundial. Pero regresando a lo que pensamos, creemos, sentimos y hacemos, tiene mucho que ver con la salud o enfermedad que vivamos. El 80% de la población consume algún ansiolítico o antidepresivo. La actitud que tenemos ante las cosas define la forma en la que vivimos (salud/enfermedad). Nuestro estado de ánimo está muy relacionado con nuestras emociones y sentimientos, cambia a lo largo del día. Si yo amanezco teniendo una actitud negativa ante una situación por ejemplo una junta, una clase, un desayuno, mi estado de ánimo será pesimista y desde ahí voy produciendo cortisol el cual mantiene en un estado de alerta a mi organismo y con una actitud defensiva. Lo cual producirá estrés y dificultades en mi día.

Las emociones activan o desactivan las células y los genes de manera positiva o negativa lo cual tiene consecuencias en nuestro cuerpo. Por ejemplo en la producción del cortisol, mi mente y mi cuerpo no distingue si un evento es real o imaginario, lo percibe como amenaza o miedo y produce cortisol aunque dicho evento no suceda y ya está desgastando, activando y/o enfermando a mi cuerpo.

En la actualidad se sabe que muchas depresiones vienen de estados inflamatorios del cerebro. Urticarias, dermatitis, tics nerviosos, colon irritable, enfermedades neurológicas, cáncer, metástasis (núcleos inflamados del cuerpo), fallas de memoria constante, problemas de concentración y/o de sueño, bajones, irritabilidad, se sufren por alteraciones en el hipocampo, en la región prefrontal del cerebro a raíz del estrés entre otros factores.

¿Qué hay que hacer? Podemos empezar con hacer ejercicio, educar los pensamientos, nuestra voz interior para manejarlos de manera adecuada y positiva en la cual se vuelvan nuestros aliados y no nuestros enemigos. Tener esperanza e ilusión, transforma la neuroquímica de nuestro cerebro y que haya mejor irrigación sanguínea así como la actitud positiva (Tenerla no es ver todo color de rosa es ver dentro de las dificultades lo bueno y las oportunidades que hay).

La pantalla, los celulares han transformado nuestro cerebro… provocando demencia digital, se vive alerta a las notificaciones, las gratificaciones instantáneas que se producen en el cerebro es lo mismo que la heroína, crack cocaína, tener relaciones sexuales, likes etc. Todo lo anterior, disminuye nuestra tolerancia a la frustración.

Los ansiolíticos y antidepresivos, no sanan solo tapan o disminuyen el síntoma se necesita trabajar la problemática. La sociedad americana de Psiquiatría recomienda consumir Omega 3 ya que es un antiinflamatorio natural y ayuda en el tratamiento de personas bipolares, con esquizofrenia y depresión.

Es muy importante conocer y trabajar las habilidades de Inteligencia emocional para aprender a ser personas resilientes, que nos amemos y seamos capaces de amar a los demás. Desarrollemos mayor fortaleza, templanza ante los momentos difíciles, la esperanza y fe para salir adelante. Vamos a ir trabajando estás habilidades, actitudes y valores que nos van a permitir vivir mejor en todas nuestras esferas (biológica, psicológica, social y espiritual).

Nos vemos la próxima semana, aprendiendo más de nosotros mismos para transformar nuestra realidad e influir en los demás de forma positiva.

Jessica Cano Gasperin | Lic. Psicoterapeuta


La sociedad en que vivimos se ha pronunciado por el éxito fácil demeritando la cultura del esfuerzo. En la actualidad vivimos en una sociedad en la que tenemos al alcance tantas cosas, no podemos negar que vivimos en una sociedad muy enferma y lastimada. Y esto tiene que ver con lo que pensamos, creemos, sentimos y hacemos. Claro, también con la realidad económica, política y social que vivimos en nuestro país y de manera mundial. Pero regresando a lo que pensamos, creemos, sentimos y hacemos, tiene mucho que ver con la salud o enfermedad que vivamos. El 80% de la población consume algún ansiolítico o antidepresivo. La actitud que tenemos ante las cosas define la forma en la que vivimos (salud/enfermedad). Nuestro estado de ánimo está muy relacionado con nuestras emociones y sentimientos, cambia a lo largo del día. Si yo amanezco teniendo una actitud negativa ante una situación por ejemplo una junta, una clase, un desayuno, mi estado de ánimo será pesimista y desde ahí voy produciendo cortisol el cual mantiene en un estado de alerta a mi organismo y con una actitud defensiva. Lo cual producirá estrés y dificultades en mi día.

Las emociones activan o desactivan las células y los genes de manera positiva o negativa lo cual tiene consecuencias en nuestro cuerpo. Por ejemplo en la producción del cortisol, mi mente y mi cuerpo no distingue si un evento es real o imaginario, lo percibe como amenaza o miedo y produce cortisol aunque dicho evento no suceda y ya está desgastando, activando y/o enfermando a mi cuerpo.

En la actualidad se sabe que muchas depresiones vienen de estados inflamatorios del cerebro. Urticarias, dermatitis, tics nerviosos, colon irritable, enfermedades neurológicas, cáncer, metástasis (núcleos inflamados del cuerpo), fallas de memoria constante, problemas de concentración y/o de sueño, bajones, irritabilidad, se sufren por alteraciones en el hipocampo, en la región prefrontal del cerebro a raíz del estrés entre otros factores.

¿Qué hay que hacer? Podemos empezar con hacer ejercicio, educar los pensamientos, nuestra voz interior para manejarlos de manera adecuada y positiva en la cual se vuelvan nuestros aliados y no nuestros enemigos. Tener esperanza e ilusión, transforma la neuroquímica de nuestro cerebro y que haya mejor irrigación sanguínea así como la actitud positiva (Tenerla no es ver todo color de rosa es ver dentro de las dificultades lo bueno y las oportunidades que hay).

La pantalla, los celulares han transformado nuestro cerebro… provocando demencia digital, se vive alerta a las notificaciones, las gratificaciones instantáneas que se producen en el cerebro es lo mismo que la heroína, crack cocaína, tener relaciones sexuales, likes etc. Todo lo anterior, disminuye nuestra tolerancia a la frustración.

Los ansiolíticos y antidepresivos, no sanan solo tapan o disminuyen el síntoma se necesita trabajar la problemática. La sociedad americana de Psiquiatría recomienda consumir Omega 3 ya que es un antiinflamatorio natural y ayuda en el tratamiento de personas bipolares, con esquizofrenia y depresión.

Es muy importante conocer y trabajar las habilidades de Inteligencia emocional para aprender a ser personas resilientes, que nos amemos y seamos capaces de amar a los demás. Desarrollemos mayor fortaleza, templanza ante los momentos difíciles, la esperanza y fe para salir adelante. Vamos a ir trabajando estás habilidades, actitudes y valores que nos van a permitir vivir mejor en todas nuestras esferas (biológica, psicológica, social y espiritual).

Nos vemos la próxima semana, aprendiendo más de nosotros mismos para transformar nuestra realidad e influir en los demás de forma positiva.

Jessica Cano Gasperin | Lic. Psicoterapeuta