/ martes 4 de mayo de 2021

Cuidando nuestra salud | El temido enemigo 3

El rey ya no iba a ver al mago para preguntarle por su salud, iba realmente para aprender, para compartir una decisión o simplemente para charlar.

El rey y el mago habían llegado a ser excelentes amigos.

Hasta que un día, a más de cuatro años de aquella cena, sin motivo, el rey recordó.

Recordó que este hombre, a quien consideraba ahora su mejor amigo, había sido su más odiado enemigo.

Recordó aquel plan que alguna vez urdió para matarlo.

Y se dio cuenta de que no podía seguir manteniendo este secreto sin sentirse un hipócrita.

El rey tomó valor y fue hasta la habitación del mago. Golpeó la puerta y apenas entró, le dijo:

Hermano mío, tengo algo para contarte que me oprime el pecho.

Dime dijo el mago-, y alivia tu corazón.

Aquella noche, cuando te invité a cenar y te pregunté sobre tu muerte, yo no quería en realidad saber sobre tu futuro, planeaba matarte frente a cualquier cosa que me dijeras, quería que tu muerte inesperada desmitificara tu fama de adivino. Te odiaba porque todos te amaban. Estoy tan avergonzado.

El rey suspiró profundamente y siguió:

Aquella noche no me animé a matarte y ahora que somos amigos, y más que amigos, hermanos, me aterra pensar todo lo que hubiera perdido si lo hubiera hecho. Hoy he sentido que no puedo seguir ocultándote mi infamia. Necesité decirte todo esto para que tú me perdones o me desprecies, pero sin ocultamientos.

El mago lo miró y le dijo:

Has tardado mucho tiempo en poder decírmelo, pero, de todas maneras, me alegra que lo hayas hecho, porque esto es lo único que me permitirá decirte que ya lo sabía. Cuando me hiciste la pregunta y acariciaste con la mano el puño de tu espada, fue tan clara tu intención, que no hacía falta ser adivino para darse cuenta de lo que pensabas hacer.

Esta leyenda me gusta mucho por el mensaje que da sobre la envidia y el egoísmo, son dos enemigos muy tóxicos para cualquier persona y relación, es importante pensar y ver que somos personas únicas y llenas de cualidades y virtudes que debemos aprovechar y perfeccionar día a día, en ocasiones nos detenemos a criticar, envidiar o juzgar al otro porque tiene más cosas materiales, porque es más exitoso o bello, en lugar de hacer más bello y exitoso lo que somos y tenemos, ¿cómo hacerlo? Construyendo la mejor versión de nosotros mismos, siendo honestos y justos, rodeándonos de personas que nos ayuden a crecer, hasta aprender de la persona que se envidia. Me ha tocado ver el dolor y sufrimiento que causa la envidia y el egoísmo. y cómo esto daña nuestras relaciones, nuestra autoestima y nos lleva a vivir procesos muy dolorosos en cuanto a la muerte de nuestros seres queridos. ¿Por qué a él le dejó más que a mí? si yo quería esto, o problemas dentro de las familias, con amigos, con compañeros de trabajo, de escuela que nos llevan a vivir culpas y cargas que pudieran ser muy distintas. Algo que puede ayudar a ver las cosas diferentes y construir de manera diferente nuestro presente y futuro.

Es maravilloso poder trabajar y acompañar a las personas y ver cómo va cambiando su vida y cómo crecemos en el proceso. Y eso tiene que ver con aprender a vivir la vida y superar la muerte.


El rey ya no iba a ver al mago para preguntarle por su salud, iba realmente para aprender, para compartir una decisión o simplemente para charlar.

El rey y el mago habían llegado a ser excelentes amigos.

Hasta que un día, a más de cuatro años de aquella cena, sin motivo, el rey recordó.

Recordó que este hombre, a quien consideraba ahora su mejor amigo, había sido su más odiado enemigo.

Recordó aquel plan que alguna vez urdió para matarlo.

Y se dio cuenta de que no podía seguir manteniendo este secreto sin sentirse un hipócrita.

El rey tomó valor y fue hasta la habitación del mago. Golpeó la puerta y apenas entró, le dijo:

Hermano mío, tengo algo para contarte que me oprime el pecho.

Dime dijo el mago-, y alivia tu corazón.

Aquella noche, cuando te invité a cenar y te pregunté sobre tu muerte, yo no quería en realidad saber sobre tu futuro, planeaba matarte frente a cualquier cosa que me dijeras, quería que tu muerte inesperada desmitificara tu fama de adivino. Te odiaba porque todos te amaban. Estoy tan avergonzado.

El rey suspiró profundamente y siguió:

Aquella noche no me animé a matarte y ahora que somos amigos, y más que amigos, hermanos, me aterra pensar todo lo que hubiera perdido si lo hubiera hecho. Hoy he sentido que no puedo seguir ocultándote mi infamia. Necesité decirte todo esto para que tú me perdones o me desprecies, pero sin ocultamientos.

El mago lo miró y le dijo:

Has tardado mucho tiempo en poder decírmelo, pero, de todas maneras, me alegra que lo hayas hecho, porque esto es lo único que me permitirá decirte que ya lo sabía. Cuando me hiciste la pregunta y acariciaste con la mano el puño de tu espada, fue tan clara tu intención, que no hacía falta ser adivino para darse cuenta de lo que pensabas hacer.

Esta leyenda me gusta mucho por el mensaje que da sobre la envidia y el egoísmo, son dos enemigos muy tóxicos para cualquier persona y relación, es importante pensar y ver que somos personas únicas y llenas de cualidades y virtudes que debemos aprovechar y perfeccionar día a día, en ocasiones nos detenemos a criticar, envidiar o juzgar al otro porque tiene más cosas materiales, porque es más exitoso o bello, en lugar de hacer más bello y exitoso lo que somos y tenemos, ¿cómo hacerlo? Construyendo la mejor versión de nosotros mismos, siendo honestos y justos, rodeándonos de personas que nos ayuden a crecer, hasta aprender de la persona que se envidia. Me ha tocado ver el dolor y sufrimiento que causa la envidia y el egoísmo. y cómo esto daña nuestras relaciones, nuestra autoestima y nos lleva a vivir procesos muy dolorosos en cuanto a la muerte de nuestros seres queridos. ¿Por qué a él le dejó más que a mí? si yo quería esto, o problemas dentro de las familias, con amigos, con compañeros de trabajo, de escuela que nos llevan a vivir culpas y cargas que pudieran ser muy distintas. Algo que puede ayudar a ver las cosas diferentes y construir de manera diferente nuestro presente y futuro.

Es maravilloso poder trabajar y acompañar a las personas y ver cómo va cambiando su vida y cómo crecemos en el proceso. Y eso tiene que ver con aprender a vivir la vida y superar la muerte.