Quiero aprovechar la oportunidad que tengo al escribir y acompañarles en sus vidas para aclarar algunas dudas que me han hecho el favor de compartir y externar.
Una de ellas es la de cómo no dejar deudas, si poco o nada podemos pagar, si no es con un crédito, vales, tarjetas a meses sin intereses y créanme lo comprendo y es una realidad que muchos vivimos, en muchas ocasiones no podemos hacernos de nuestras cosas si no es de esta manera. A lo que me refiero es que seamos cuidadosos y respetuosos con los ingresos que tenemos y no dejemos más deudas de las que podemos pagar. Tratemos de tener un seguro para que al morir podamos dejar unos pesitos, que nuestro funeral no les haga vender el auto o gastar lo que no se tiene. Y eso muchos si lo podemos hacer administrándonos de manera adecuada. Uno de los problemas que llegamos a tener es que queremos todo o tener lo mejor, lo de marca aunque exceda nuestras posibilidades. A eso es a lo que me refiero a que vivamos con dignidad, a que gastemos en lo que necesitemos no propiamente en lo que queremos. Las personas necesitamos menos de lo creemos pero queremos más que lo que tenemos; en esto influye mucho la sociedad y la cultura. Tengo pacientes adolescentes que sus padres caminan en lugar de tomar el camión o un taxi por sacar el vale y comprarles a sus hijos la ropa de marca que quieren y ellos si se mueven en taxi o camión… a esos excesos me refiero; ubiquémonos y eduquemos en la realidad, les va a dar más herramientas y recursos que cumplir todo lo que quieren y todos nos cuidaremos más como personas y familias.
Tengamos nuestros papeles en orden. No le tengamos tanto miedo al testamento, es dejar menos problemas, “no es invocar a la muerte”, es ser responsables de que en algún momento va a suceder y al final todos queremos tener y dar paz. Se de tantas familias que se han peleado o separado por una casa, un terreno, un carro y se pierden lo que más vale las personas, la familia y las relaciones que se tienen o tenían. En ocasiones solo cuando vuelve a fallecer un familiar en común o hay enfermedad grave, se vuelven a reconciliar o de perdido acompañar. No dejemos ese tiempo tan valioso por lo que no vale la pena, al final el terreno se queda, se incauta, pero no nos lo llevamos y si nos llevamos el dolor de las relaciones en conflicto o los quedan viven con enojo y culpa, En ocasiones, no se conocen primos o sobrinos por el enojo de los hermanos(as) y perdemos ese legado maravilloso que nos da la vida, el tiempo y la familia.
Hagamos un testamento, tengamos precauciones pero dejemos las cosas en orden, no es llamar a la muerte es ser responsables de nuestra propia vida y mortandad.
A veces no sabemos en el trabajo que tenemos ciertas prestaciones o derechos, hay que informarnos para protección nuestra y de nuestra familia.
Los invito a reflexionar y actuar al respecto. Me despido deseando transformes tú vida y la de los demás soy Jessica Cano de Rueda. Me puedes contactar en jcanogasperín@gmail.com para cualquier duda, comentario o aclaración.
Hasta la próxima semana.
