/ sábado 21 de septiembre de 2019

Corrupción y represión

“Por no dejar de comentar algo sobre la independencia que en general se vuelve gritos histéricos, no históricos; combinados y alternados con vivas y rechiflas; quedaron en el tintero cuestiones que, para mí y otr@s, importa analizar; teniendo como fin el bien común y por referencia la escalada violenta que arrasa al estado en particular y al país en general. Destaca el papel de las autoridades cuyo brazo investigador y/o ejecutor, actúa a veces de forma poco profesional, bajo influencia de la estructura mafiosa conformada por sectores de poder relativo que, apoyados y asesorados desde arriba, actúan libremente sembrando encono hacia la expresión independiente, que ni pide ni favorece. Enfocado siempre a promover el bien común sin hipocresía, implemento que normalmente choca con lo podrido”.

La seguridad ciudadana es de las principales preocupaciones entre las sociedades latinoamericanas y a un tiempo, de los problemas que más afecta la calidad de las instituciones democráticas de la región. Ningún sistema democrático se consolida sin el buen funcionamiento de las instituciones a cargo de administrar la Justicia y seguridad. De lo contrario la desconfianza priva entre los ciudadanos al tiempo que se debilita la legitimidad de las instituciones estatales. Los índices delictivos aumentaron sostenidamente durante la última década en la región. América Latina es considerada una de las regiones más violentas del mundo. Se amplió la brecha de inseguridad que perciben los ciudadanos.

No nos acostumbremos a escuchar denuncias públicas contra agentes del estado extorsionadores o intimidadores, sin hacer nada. Como la del camionero sureño esquilmado a media semana en Parral; llevado en patrulla hasta el cajero a retirar la cantidad requerida para permitirle seguir su camino. O seguir inmutable ante la amenaza del mando policial de DSPM local que intimidó con cárcel al reportero del diario digital que tomó fotografías a policías que cargaban gasolina frente a instalaciones de la PF, aduciendo que eran ordenes de arriba, arrestar a todo reportero que tome fotos a vehículos y agentes.

Aunque no pude ubicar el fundamento de la medida reciente, resulta saludable que toda patrulla de toda corporación opere con torreta encendida. Lo contrario se presta al sospechoso ocultismo. Mié 11; 09:13; la mujer policía salió del taller, por el lado del copiloto abordó la pick-up blanca mal estacionada enfrente. Arranqué; más cerca, la mujer bajó, caminó y se detuvo a medio cofre de la pick-up blanca. Lo dije antes; el peatón normal espera; el actor no. Ella, esperó siendo actriz, cero cortesía. Otra toma captó que la poli no llegó a cruzar, se detuvo, estiró su mano, el acompañante con gran mochila al lomo, le entregó su celular; ambos regresaron y abordaron por la puerta del copiloto. Sábado 14; 12:10, en la acera derecha de la avenida, en la parada del transporte urbano, un auto estacionado en zona prohibida; la patrulla de policía vial detrás con torreta apagada; la pareja regresó por la parte delantera; pareció haber infraccionado al auto gris, pero cosa rara, sobre el parabrisas no había papeleta.

Domingo 15 salimos al noroeste. En el fresno estaba Lalo España, iba a Parral, presentaría su show esa noche. Nos tomamos la foto. Seguimos a Anáhuac. De 11:45 a 12:41 estuvimos en El Ranchero Solidario cooperativa Campesina con buenos precios y mercancías. En Cuauhtémoc pasamos en familia. 15:15 salimos de regreso por el periférico Gómez Morín. El puente Santa Lucía cruza la autopista; como a 15 metros de la salida del trébol estaba la patrulla de PF con torreta apagada. “Ceda el paso” dice la señal; con vía libre y precaución tomé la autopista. El primer ruidoso rebase de motociclistas nos pasó. 15:59, en la caseta de peaje. Detrás de la fila salió a la izquierda otra patrulla de PF con torreta apagada. 16:24 llegamos a Paletas Germania, Santa Isabel. Había 4 motociclistas. 16:32 entré a la autopista; el Chevrolet guinda -EJT-39-44- nos rebasó 25 segundos después. En Palomas, segundo ruidoso rebase de motos. 17:00 en Chihuahua. De frente pegada al camellón, la 956 de policía vial con torreta apagada. Pasé y por el retrovisor vi que la 956 encendió su torreta.

“Por no dejar de comentar algo sobre la independencia que en general se vuelve gritos histéricos, no históricos; combinados y alternados con vivas y rechiflas; quedaron en el tintero cuestiones que, para mí y otr@s, importa analizar; teniendo como fin el bien común y por referencia la escalada violenta que arrasa al estado en particular y al país en general. Destaca el papel de las autoridades cuyo brazo investigador y/o ejecutor, actúa a veces de forma poco profesional, bajo influencia de la estructura mafiosa conformada por sectores de poder relativo que, apoyados y asesorados desde arriba, actúan libremente sembrando encono hacia la expresión independiente, que ni pide ni favorece. Enfocado siempre a promover el bien común sin hipocresía, implemento que normalmente choca con lo podrido”.

La seguridad ciudadana es de las principales preocupaciones entre las sociedades latinoamericanas y a un tiempo, de los problemas que más afecta la calidad de las instituciones democráticas de la región. Ningún sistema democrático se consolida sin el buen funcionamiento de las instituciones a cargo de administrar la Justicia y seguridad. De lo contrario la desconfianza priva entre los ciudadanos al tiempo que se debilita la legitimidad de las instituciones estatales. Los índices delictivos aumentaron sostenidamente durante la última década en la región. América Latina es considerada una de las regiones más violentas del mundo. Se amplió la brecha de inseguridad que perciben los ciudadanos.

No nos acostumbremos a escuchar denuncias públicas contra agentes del estado extorsionadores o intimidadores, sin hacer nada. Como la del camionero sureño esquilmado a media semana en Parral; llevado en patrulla hasta el cajero a retirar la cantidad requerida para permitirle seguir su camino. O seguir inmutable ante la amenaza del mando policial de DSPM local que intimidó con cárcel al reportero del diario digital que tomó fotografías a policías que cargaban gasolina frente a instalaciones de la PF, aduciendo que eran ordenes de arriba, arrestar a todo reportero que tome fotos a vehículos y agentes.

Aunque no pude ubicar el fundamento de la medida reciente, resulta saludable que toda patrulla de toda corporación opere con torreta encendida. Lo contrario se presta al sospechoso ocultismo. Mié 11; 09:13; la mujer policía salió del taller, por el lado del copiloto abordó la pick-up blanca mal estacionada enfrente. Arranqué; más cerca, la mujer bajó, caminó y se detuvo a medio cofre de la pick-up blanca. Lo dije antes; el peatón normal espera; el actor no. Ella, esperó siendo actriz, cero cortesía. Otra toma captó que la poli no llegó a cruzar, se detuvo, estiró su mano, el acompañante con gran mochila al lomo, le entregó su celular; ambos regresaron y abordaron por la puerta del copiloto. Sábado 14; 12:10, en la acera derecha de la avenida, en la parada del transporte urbano, un auto estacionado en zona prohibida; la patrulla de policía vial detrás con torreta apagada; la pareja regresó por la parte delantera; pareció haber infraccionado al auto gris, pero cosa rara, sobre el parabrisas no había papeleta.

Domingo 15 salimos al noroeste. En el fresno estaba Lalo España, iba a Parral, presentaría su show esa noche. Nos tomamos la foto. Seguimos a Anáhuac. De 11:45 a 12:41 estuvimos en El Ranchero Solidario cooperativa Campesina con buenos precios y mercancías. En Cuauhtémoc pasamos en familia. 15:15 salimos de regreso por el periférico Gómez Morín. El puente Santa Lucía cruza la autopista; como a 15 metros de la salida del trébol estaba la patrulla de PF con torreta apagada. “Ceda el paso” dice la señal; con vía libre y precaución tomé la autopista. El primer ruidoso rebase de motociclistas nos pasó. 15:59, en la caseta de peaje. Detrás de la fila salió a la izquierda otra patrulla de PF con torreta apagada. 16:24 llegamos a Paletas Germania, Santa Isabel. Había 4 motociclistas. 16:32 entré a la autopista; el Chevrolet guinda -EJT-39-44- nos rebasó 25 segundos después. En Palomas, segundo ruidoso rebase de motos. 17:00 en Chihuahua. De frente pegada al camellón, la 956 de policía vial con torreta apagada. Pasé y por el retrovisor vi que la 956 encendió su torreta.