/ sábado 22 de junio de 2019

Con la Mirada en Dios

“…Puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de Él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios…” Hebreos 12:2

Poner los ojos en algo o en alguien es atención no dividida, alejar la mirada de todas las distracciones, con el fin de contemplar un objetivo. Puestos los ojos en Jesús es poner los ojos en Él y no en ningún otro; es considerar con atención nuestro objetivo que es Cristo, en otras palabras es no quitar la mirada de Cristo Jesús para ponerla en otro lado. Es no distraernos con cosas pasajeras de este mundo y mantener los ojos en Jesús, Él debe ser nuestra meta, Él es nuestro objetivo el destino a dónde debemos desear llegar. No tener la mente dividida o el corazón entre dos pensamientos. No desenfocarse de Él; no perder las perspectivas de Cristo Jesús. Es confiar el Él.

Existen razones porque debemos poner nuestros ojos en Jesús. En primer lugar Cristo siempre es fiel, el Único fiel. En segundo lugar Mirar a Jesucristo nos asegura llegaran a la meta final de la vida. En tercer lugar cuando dejamos de mirar a Jesús, nos hundimos en nuestros problemas.

La palabra de Dios habla de Moisés y en Hebreos 11:27, dice así: “…Por la fe dejó a Egipto, no temiendo la ira del rey; porque se sostuvo como viendo al Invisible…” Moisés se sostuvo “como viendo al invisible”, mirando, fijando su mirada en aquel que no se podía ni se puede mirar, mirando a aquel que esta fuera de nuestro órgano visual.

Lo invisible no se puede ver o mirar porque si se mira ya no es invisible, entonces ustedes y yo nos hemos mantenido fieles a Dios hasta hoy porque miramos al que miro Moisés, al que miro Abraham, Elías, Eliseo, Pablo y al que miro Pedro, al que miraron todos esos hombres y mujeres que ya están con el Señor, “como viendo al invisible” ver o mirar está relacionado con los sentidos físicos. ¿Cómo será ver lo invisible? la pregunta no tiene lógica, ¿no es cierto? pero Moisés se sostuvo mirando al que no se veía. No se refiere al ojo físico, sino al ojo interno del corazón. . . El enfoque de nuestros pensamientos, sentimientos. ¡SE REFIERE A LA FE Y LA CONFIANZA EN DIOS¡

¿Qué pasa cuando quitamos nuestra mirada de Cristo? Hay que preguntarle al apóstol Pedro, “…entonces le respondió Pedro, y dijo: Señor, si eres tú, manda que yo vaya a ti sobre las aguas. Y él dijo: Ven. Y descendiendo Pedro de la barca, andaba sobre las aguas para ir a Jesús. Pero al ver el fuerte viento, tuvo miedo; y comenzando a hundirse, dio voces, diciendo ¡Señor, sálvame!..” (Mateo 14:28-30). Pedro comenzó a caminar sobre las aguas mirando a Cristo pero de pronto quito su vista de Jesús y miro el “fuerte viento” y “tuvo miedo” y comenzó a “hundirse”. Eso le ha pasado a muchos creyentes que en lugar de poner su mirada (confianza) en el Hijo de Dios, miran los problemas los obstáculos y pierden su enfoque, su prioridad que es Cristo. Si quitamos la mirada de Jesucristo, no llegaremos al destino donde queremos llegar que es la vida eterna; terminar fieles a Dios. Si perdemos de vista a Jesús, no llegaremos al destino donde queremos llegar. Terminaremos perdidos de nuevo, tratando de salvarnos a nosotros mismos y tomando las peores decisiones, muchas veces con consecuencias que dañan o lastima a muchos.

Dice la palabra de Dios que Lot era justo y tenía buenas aspiraciones, pero puso su mirada en los lugares equivocados y perdió mucho. (Gen. 13:1-18) Acán fue un buen guerrero, un buen hombre y quiso ser Próspero, pero puso su mirada en los objetos equivocados y él y su familia sufrieron un daño terrible (Josué 7). La mujer de Lot miró hacia atrás y se convirtió en estatua de sal; fue descalificada de la carrera. (Gen. 19)

¿Por qué muchos quitan su mirada de Jesús? Por tener prioridades equivocadas. Porque no entendemos que la vida es una carrera con obstáculos que debemos salvar antes de llegar a la meta. Porque nos enfocamos en los obstáculos. Aquello que se opone a nuestro andar diario. Porque nos dejamos atraer por las distracciones.

Pero poner nuestra mirada en Cristo tiene sus recompensas. En el Salmo 34:5 dice que los que miran a Jehová serán alumbrados y sus rostros no serán avergonzados. Y en Isaías 45:22 dice “Mirad a mí, y sed salvos, todos los términos de la tierra...

Estimado lector crea en Dios, sea feliz en este mundo y un día vaya al cielo.

“…Puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de Él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios…” Hebreos 12:2

Poner los ojos en algo o en alguien es atención no dividida, alejar la mirada de todas las distracciones, con el fin de contemplar un objetivo. Puestos los ojos en Jesús es poner los ojos en Él y no en ningún otro; es considerar con atención nuestro objetivo que es Cristo, en otras palabras es no quitar la mirada de Cristo Jesús para ponerla en otro lado. Es no distraernos con cosas pasajeras de este mundo y mantener los ojos en Jesús, Él debe ser nuestra meta, Él es nuestro objetivo el destino a dónde debemos desear llegar. No tener la mente dividida o el corazón entre dos pensamientos. No desenfocarse de Él; no perder las perspectivas de Cristo Jesús. Es confiar el Él.

Existen razones porque debemos poner nuestros ojos en Jesús. En primer lugar Cristo siempre es fiel, el Único fiel. En segundo lugar Mirar a Jesucristo nos asegura llegaran a la meta final de la vida. En tercer lugar cuando dejamos de mirar a Jesús, nos hundimos en nuestros problemas.

La palabra de Dios habla de Moisés y en Hebreos 11:27, dice así: “…Por la fe dejó a Egipto, no temiendo la ira del rey; porque se sostuvo como viendo al Invisible…” Moisés se sostuvo “como viendo al invisible”, mirando, fijando su mirada en aquel que no se podía ni se puede mirar, mirando a aquel que esta fuera de nuestro órgano visual.

Lo invisible no se puede ver o mirar porque si se mira ya no es invisible, entonces ustedes y yo nos hemos mantenido fieles a Dios hasta hoy porque miramos al que miro Moisés, al que miro Abraham, Elías, Eliseo, Pablo y al que miro Pedro, al que miraron todos esos hombres y mujeres que ya están con el Señor, “como viendo al invisible” ver o mirar está relacionado con los sentidos físicos. ¿Cómo será ver lo invisible? la pregunta no tiene lógica, ¿no es cierto? pero Moisés se sostuvo mirando al que no se veía. No se refiere al ojo físico, sino al ojo interno del corazón. . . El enfoque de nuestros pensamientos, sentimientos. ¡SE REFIERE A LA FE Y LA CONFIANZA EN DIOS¡

¿Qué pasa cuando quitamos nuestra mirada de Cristo? Hay que preguntarle al apóstol Pedro, “…entonces le respondió Pedro, y dijo: Señor, si eres tú, manda que yo vaya a ti sobre las aguas. Y él dijo: Ven. Y descendiendo Pedro de la barca, andaba sobre las aguas para ir a Jesús. Pero al ver el fuerte viento, tuvo miedo; y comenzando a hundirse, dio voces, diciendo ¡Señor, sálvame!..” (Mateo 14:28-30). Pedro comenzó a caminar sobre las aguas mirando a Cristo pero de pronto quito su vista de Jesús y miro el “fuerte viento” y “tuvo miedo” y comenzó a “hundirse”. Eso le ha pasado a muchos creyentes que en lugar de poner su mirada (confianza) en el Hijo de Dios, miran los problemas los obstáculos y pierden su enfoque, su prioridad que es Cristo. Si quitamos la mirada de Jesucristo, no llegaremos al destino donde queremos llegar que es la vida eterna; terminar fieles a Dios. Si perdemos de vista a Jesús, no llegaremos al destino donde queremos llegar. Terminaremos perdidos de nuevo, tratando de salvarnos a nosotros mismos y tomando las peores decisiones, muchas veces con consecuencias que dañan o lastima a muchos.

Dice la palabra de Dios que Lot era justo y tenía buenas aspiraciones, pero puso su mirada en los lugares equivocados y perdió mucho. (Gen. 13:1-18) Acán fue un buen guerrero, un buen hombre y quiso ser Próspero, pero puso su mirada en los objetos equivocados y él y su familia sufrieron un daño terrible (Josué 7). La mujer de Lot miró hacia atrás y se convirtió en estatua de sal; fue descalificada de la carrera. (Gen. 19)

¿Por qué muchos quitan su mirada de Jesús? Por tener prioridades equivocadas. Porque no entendemos que la vida es una carrera con obstáculos que debemos salvar antes de llegar a la meta. Porque nos enfocamos en los obstáculos. Aquello que se opone a nuestro andar diario. Porque nos dejamos atraer por las distracciones.

Pero poner nuestra mirada en Cristo tiene sus recompensas. En el Salmo 34:5 dice que los que miran a Jehová serán alumbrados y sus rostros no serán avergonzados. Y en Isaías 45:22 dice “Mirad a mí, y sed salvos, todos los términos de la tierra...

Estimado lector crea en Dios, sea feliz en este mundo y un día vaya al cielo.