/ domingo 28 de junio de 2020

Comenzamos de nuevo 

He escuchado muchas veces que, es necesario hacer un alto en el camino y reflexionar de la vida para poder continuar. Y creo que es muy cierto. Pero la verdad es que vivimos tan aprisa corriendo de un lado a otro, que lo que menos tenemos es “tiempo que perder” Debemos seguir y seguir. Pero paradójicamente, un virus, vino a detener la vida en el mundo entero y nos confinó en casa. Nos ha hecho hacer un alto en el camino, y si bien lo hemos aprovechado, seguramente hemos tenido el tiempo para reflexionar en muchas cosas de la vida. Y creo que la idea ahora debe ser ¿Cómo empezar de nuevo? ¿Cómo continuar? No podemos salir del confinamiento y volver lo que llamamos “vida normal” La idea de reflexionar es que entendamos que hemos hecho mal y corregirlo para poder continuar. Y gracias a Dios podemos comenzar de nuevo.

Y se de antemano que tenemos muchas circunstancias adversas y daños colaterales que la pesadilla, llamada COVID 19, ha dejado, sin embargo, aunque las circunstancias parezcan insuperables o irreversibles, Cristo puede darnos un nuevo comienzo. Lo que nos permite comenzar de nuevo, es tener una nueva actitud, tener una nueva visión, pero sobre todo tener las misericordias de Dios que son nuevas cada día en nuestra vida.

Un nuevo comienzo en la vida, da inicio con una relación íntima y personal con Dios. Dice en Job 22:21 “Vuelve ahora en amistad con él, y tendrás paz; Y por ello te vendrá bien”

No importa cuál sea la meta, el proyecto, o los sueños que tengamos en nuestra vida, tenemos que comprender que todo depende de Dios, mi relación con Dios es lo que hace posible que pueda salir de donde estoy y que pueda llegar a la meta que tenemos en nuestro corazón.

Quizás podamos tener una muy buena intención, quizás podamos tener grandes metas y proyectos en nuestra vida, podemos tener una visión muy clara de lo que queremos llegar a ser y hasta dónde queremos llegar, pero tenemos que comprender algo muy importante: “SEPARADOS DE DIOS, NADA PODEMOS HACER” (Juan 15:5) Anhelo profundamente que, hallamos entendido que sin Dios no podemos construir una vida, una familia, una sociedad, pues tarde que temprano todo se derrumba (Mateo 7:24-27)

Nuestro Dios, es Dios de nuevas oportunidades y nuevos comienzas. Así que no nos rindamos, aprovechemos que aún tenemos vida, por gracia de Dios, sacudámonos el polvo y sigamos adelante. Aceptar responsabilidad por el fracaso propio.

Reconozcamos personalmente nuestras faltas. En Proverbios 28:13 dice: «El que oculta sus pecados no prosperará, pero el que los confiesa y se aparta alcanzará misericordia». Cuando nos negamos a admitir nuestros errores, no nos sirven para comenzar de nuevo. Seamos sinceros con nosotros mismos. Seamos sinceros con Dios. La mayoría somos expertos en echarles la culpa a otros. Forma parte de nuestra naturaleza pecaminosa. Culpamos a la economía, al clima, a la mala suerte, a nuestros padres, a nuestra pareja, al gobierno. Pero Dios dice que para comenzar de nuevo, hay que ser sincero.

Creo que es tiempo de dejar de lamentarnos y de empezar a arrepentirnos. La palabra arrepentimiento, en el lenguaje bíblico, significa cambiar de mentalidad, ver las cosas desde otra perspectiva, cambiar de dirección, tener un cambio de corazón, de actitud. Si no lo hacemos así, entonces vano fue el confinamiento. Y finalmente, confiemos en Dios, en Él, todo es posible “Confía en el Señor y haz el bien; establécete en la tierra y mantente fiel” (Salmo 37:3)

Estimado lector, Crea en Dios, sea feliz en este mundo y un día vaya al cielo, sí se puede.

Pastor J, Andrés Pimentel M.

He escuchado muchas veces que, es necesario hacer un alto en el camino y reflexionar de la vida para poder continuar. Y creo que es muy cierto. Pero la verdad es que vivimos tan aprisa corriendo de un lado a otro, que lo que menos tenemos es “tiempo que perder” Debemos seguir y seguir. Pero paradójicamente, un virus, vino a detener la vida en el mundo entero y nos confinó en casa. Nos ha hecho hacer un alto en el camino, y si bien lo hemos aprovechado, seguramente hemos tenido el tiempo para reflexionar en muchas cosas de la vida. Y creo que la idea ahora debe ser ¿Cómo empezar de nuevo? ¿Cómo continuar? No podemos salir del confinamiento y volver lo que llamamos “vida normal” La idea de reflexionar es que entendamos que hemos hecho mal y corregirlo para poder continuar. Y gracias a Dios podemos comenzar de nuevo.

Y se de antemano que tenemos muchas circunstancias adversas y daños colaterales que la pesadilla, llamada COVID 19, ha dejado, sin embargo, aunque las circunstancias parezcan insuperables o irreversibles, Cristo puede darnos un nuevo comienzo. Lo que nos permite comenzar de nuevo, es tener una nueva actitud, tener una nueva visión, pero sobre todo tener las misericordias de Dios que son nuevas cada día en nuestra vida.

Un nuevo comienzo en la vida, da inicio con una relación íntima y personal con Dios. Dice en Job 22:21 “Vuelve ahora en amistad con él, y tendrás paz; Y por ello te vendrá bien”

No importa cuál sea la meta, el proyecto, o los sueños que tengamos en nuestra vida, tenemos que comprender que todo depende de Dios, mi relación con Dios es lo que hace posible que pueda salir de donde estoy y que pueda llegar a la meta que tenemos en nuestro corazón.

Quizás podamos tener una muy buena intención, quizás podamos tener grandes metas y proyectos en nuestra vida, podemos tener una visión muy clara de lo que queremos llegar a ser y hasta dónde queremos llegar, pero tenemos que comprender algo muy importante: “SEPARADOS DE DIOS, NADA PODEMOS HACER” (Juan 15:5) Anhelo profundamente que, hallamos entendido que sin Dios no podemos construir una vida, una familia, una sociedad, pues tarde que temprano todo se derrumba (Mateo 7:24-27)

Nuestro Dios, es Dios de nuevas oportunidades y nuevos comienzas. Así que no nos rindamos, aprovechemos que aún tenemos vida, por gracia de Dios, sacudámonos el polvo y sigamos adelante. Aceptar responsabilidad por el fracaso propio.

Reconozcamos personalmente nuestras faltas. En Proverbios 28:13 dice: «El que oculta sus pecados no prosperará, pero el que los confiesa y se aparta alcanzará misericordia». Cuando nos negamos a admitir nuestros errores, no nos sirven para comenzar de nuevo. Seamos sinceros con nosotros mismos. Seamos sinceros con Dios. La mayoría somos expertos en echarles la culpa a otros. Forma parte de nuestra naturaleza pecaminosa. Culpamos a la economía, al clima, a la mala suerte, a nuestros padres, a nuestra pareja, al gobierno. Pero Dios dice que para comenzar de nuevo, hay que ser sincero.

Creo que es tiempo de dejar de lamentarnos y de empezar a arrepentirnos. La palabra arrepentimiento, en el lenguaje bíblico, significa cambiar de mentalidad, ver las cosas desde otra perspectiva, cambiar de dirección, tener un cambio de corazón, de actitud. Si no lo hacemos así, entonces vano fue el confinamiento. Y finalmente, confiemos en Dios, en Él, todo es posible “Confía en el Señor y haz el bien; establécete en la tierra y mantente fiel” (Salmo 37:3)

Estimado lector, Crea en Dios, sea feliz en este mundo y un día vaya al cielo, sí se puede.

Pastor J, Andrés Pimentel M.