/ domingo 20 de junio de 2021

Casa de oración Pacto de Paz | Tiempo de planear y avanzar

La mayoría de las personas de acuerdo a un estudio realizado en una universidad, no tienen planes para ganar o triunfar en la vida, solo sueña con tener o hacer cosas. Pero poco planean para lograrlo. Muchos viven en la tierra de las excusas, se excusan en no tener suficiente preparación, en no tener recursos, en sus debilidades, y en cuanta excusa puedan encontrar que no les permita salir de su zona cómoda. Dios tenía un plan para liberar a su pueblo de la esclavitud y llama a Moisés, y este comienza a buscar excusas para no cumplir con el propósito de Dios. Podemos ver la historia en Éxodo 3 y 4. ¿Quién soy yo? (éxodo 3:11) Supón que voy al pueblo y si ellos me preguntan ¿Qué les voy a decir? (éxodo 3:13) No me van a creer (éxodo 4:1) No se hablar (éxodo 4:10) Envía a otro, no a mí (éxodo 4:13) ¿Cuáles son las creencias que le limitan para cumplir su propósito? Cuenta la historia de un hombre que en su familia, sus ancestros, todos presentaban problemas con la vista llegando todos a quedar prematuramente ciegos. Así que a este hombre que le fascinaba la lectura comenzó a comprar audiolibros para cuando le llegara su hora de perder la vista. Había planificado su derrota. Se preparó para lo peor. Su fe la enfocó en lo negativo, en sus debilidades. Ahora la idea es, dónde nos enfocamos, ¿en lo positivo o en lo negativo? ¿En las fortalezas o en las debilidades?

Como pastor me he encontrado con personas fabulosas, con un amor genuino por Dios, con un potencial increíble y sin embargo, no están disfrutando la vida porque no la han planificado, son del pensar “a ver cómo le hacemos”, otros dicen “yo creo que esta es la voluntad de Dios para mi vida para que voy a planificar” y la favorita “algún día…” ¿Cuál es su excusa para no planificar? Para salir de la tierra de las excusas debemos estar dispuestos a descubrir nuestras limitantes y estar dispuestos a transformarlas por oportunidades. Sí se puede. Necesitamos convertirnos en un David que no se sentía inseguro ni temeroso a la hora de enfrentar al gigante Goliat. Necesitamos descubrir nuestras fortalezas y trabajar en ellas y con ellas. Ámate y acéptese a sí mismo. Aquí no se trata de ser egocéntrico, se trata que se valor a sí mismo. Tiene que creer que Dios hizo de usted alguien especial, que es hechura de Dios y que lo que Dios hace es bueno. Deje de buscar la aprobación de otras personas y comienza a aprobarte a sí mismo. A medida que se ames a usted mismo podrá amar a los demás, a medida que se acepte a sí mismo, podrá aceptar a los demás. ¿Cuán diferente sería su vida si fueras usted mismo? Deje de darle poder a su pasado. ¿Cuál es la historia que más se cuenta? ¿Es una historia de fracaso, de no se puede, no lo lograrás, no es para ti? Hay tanto equipaje del pasado que es tiempo de soltarlo. No te enfoques en el pasado, enfóquese en el futuro, tenga pensamientos creativos, de oportunidades, de bienestar. Piense en los planes de Dios para usted, dice en Jeremías 29:11: “``Porque yo sé los planes que tengo para vosotros--declara el SEÑOR-- ``planes de bienestar y no de calamidad, para daros un futuro y una esperanza”. No se compara con los demás. Deje de compararte con otras personas “que si el otro lo hace bien”, “que no soy suficientemente…como…”… Cada uno de nosotros somos únicos y especiales. Usted tiene dones y talentos que se le han dado para cumplir una misión. Descubre cuáles son tus talentos y habilidades, fortalezas, haz una lista de ellas. Recuerde que hay otras pautas a seguir, pero quiero que sepa que en esto de planear la vida, es normal sentir miedo, duda e inseguridad, pero hay que enfrentarlos tomando acciones y responsabilidad sobre la vida. Dice la palabra de Dios: “Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y esta es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra Fe”. (1 Juan 5:4) Si lo piensa bien, estimado lector, todos tenemos algo que aportar a este mundo, cumpla con su propósito de vida, y eso se logra planificando.

Jesús lo entendió muy bien cuando dijo “Yo he venido a buscar y a salvar lo que se había perdido” y Él vivió para eso. Todo fue planeado para que usted y yo tengamos vida eterna y heredemos el Reino.

Estimado lector, crea en Dios, sea feliz en este mundo y un día vaya al cielo.

La mayoría de las personas de acuerdo a un estudio realizado en una universidad, no tienen planes para ganar o triunfar en la vida, solo sueña con tener o hacer cosas. Pero poco planean para lograrlo. Muchos viven en la tierra de las excusas, se excusan en no tener suficiente preparación, en no tener recursos, en sus debilidades, y en cuanta excusa puedan encontrar que no les permita salir de su zona cómoda. Dios tenía un plan para liberar a su pueblo de la esclavitud y llama a Moisés, y este comienza a buscar excusas para no cumplir con el propósito de Dios. Podemos ver la historia en Éxodo 3 y 4. ¿Quién soy yo? (éxodo 3:11) Supón que voy al pueblo y si ellos me preguntan ¿Qué les voy a decir? (éxodo 3:13) No me van a creer (éxodo 4:1) No se hablar (éxodo 4:10) Envía a otro, no a mí (éxodo 4:13) ¿Cuáles son las creencias que le limitan para cumplir su propósito? Cuenta la historia de un hombre que en su familia, sus ancestros, todos presentaban problemas con la vista llegando todos a quedar prematuramente ciegos. Así que a este hombre que le fascinaba la lectura comenzó a comprar audiolibros para cuando le llegara su hora de perder la vista. Había planificado su derrota. Se preparó para lo peor. Su fe la enfocó en lo negativo, en sus debilidades. Ahora la idea es, dónde nos enfocamos, ¿en lo positivo o en lo negativo? ¿En las fortalezas o en las debilidades?

Como pastor me he encontrado con personas fabulosas, con un amor genuino por Dios, con un potencial increíble y sin embargo, no están disfrutando la vida porque no la han planificado, son del pensar “a ver cómo le hacemos”, otros dicen “yo creo que esta es la voluntad de Dios para mi vida para que voy a planificar” y la favorita “algún día…” ¿Cuál es su excusa para no planificar? Para salir de la tierra de las excusas debemos estar dispuestos a descubrir nuestras limitantes y estar dispuestos a transformarlas por oportunidades. Sí se puede. Necesitamos convertirnos en un David que no se sentía inseguro ni temeroso a la hora de enfrentar al gigante Goliat. Necesitamos descubrir nuestras fortalezas y trabajar en ellas y con ellas. Ámate y acéptese a sí mismo. Aquí no se trata de ser egocéntrico, se trata que se valor a sí mismo. Tiene que creer que Dios hizo de usted alguien especial, que es hechura de Dios y que lo que Dios hace es bueno. Deje de buscar la aprobación de otras personas y comienza a aprobarte a sí mismo. A medida que se ames a usted mismo podrá amar a los demás, a medida que se acepte a sí mismo, podrá aceptar a los demás. ¿Cuán diferente sería su vida si fueras usted mismo? Deje de darle poder a su pasado. ¿Cuál es la historia que más se cuenta? ¿Es una historia de fracaso, de no se puede, no lo lograrás, no es para ti? Hay tanto equipaje del pasado que es tiempo de soltarlo. No te enfoques en el pasado, enfóquese en el futuro, tenga pensamientos creativos, de oportunidades, de bienestar. Piense en los planes de Dios para usted, dice en Jeremías 29:11: “``Porque yo sé los planes que tengo para vosotros--declara el SEÑOR-- ``planes de bienestar y no de calamidad, para daros un futuro y una esperanza”. No se compara con los demás. Deje de compararte con otras personas “que si el otro lo hace bien”, “que no soy suficientemente…como…”… Cada uno de nosotros somos únicos y especiales. Usted tiene dones y talentos que se le han dado para cumplir una misión. Descubre cuáles son tus talentos y habilidades, fortalezas, haz una lista de ellas. Recuerde que hay otras pautas a seguir, pero quiero que sepa que en esto de planear la vida, es normal sentir miedo, duda e inseguridad, pero hay que enfrentarlos tomando acciones y responsabilidad sobre la vida. Dice la palabra de Dios: “Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y esta es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra Fe”. (1 Juan 5:4) Si lo piensa bien, estimado lector, todos tenemos algo que aportar a este mundo, cumpla con su propósito de vida, y eso se logra planificando.

Jesús lo entendió muy bien cuando dijo “Yo he venido a buscar y a salvar lo que se había perdido” y Él vivió para eso. Todo fue planeado para que usted y yo tengamos vida eterna y heredemos el Reino.

Estimado lector, crea en Dios, sea feliz en este mundo y un día vaya al cielo.