/ domingo 14 de noviembre de 2021

Casa de oración, Pacto de Paz | La noche más oscura tiene su mañana

Por noche, no hablo del periodo nocturno de un día. La noche, espiritual o moralmente hablando, representa una época, una temporada, un tiempo difícil en la vida. En ese lapso todo parece sombrío, oscuro y frío. En ese periodo se puede experimentar agonía, peligro, temor y dolor. Las noches de algunos son cubiertas con las sombras de los problemas, las necesidades, una enfermedad, otros por el hambre y el frío o la falta de un trabajo. Alguien puede pasar una noche llorando esperando alguna noticia que no llega. Problemas financieros. La despedida de alguien que quizás no volverás a ver. La preocupación o incertidumbre de que pasará mañana.

Todos, de alguna manera, hemos tenido noches con pesares, dolor y quebranto. Muchos personajes bíblicos tuvieron sus noches. Pedro toda una noche no pesco nada, pero cuando vino Jesús por la mañana, el milagro de la pesca se hizo (Lc. 5:18-24) Su actitud, no se dio por vencido toda la noche y por la mañana su bendición llegó. Jacob lucho toda una noche por su bendición y no se rindió, y por la mañana su bendición llegó (Gen. 32:22-30) David tenía muchos enemigos (Sal. 3:1-2) Un hijo quería dar golpe de estado y derrocarlo. Pecó de adulterio. Tuvo muchos problemas, pero él podía decir: “Pero de día mandará Jehová su misericordia…” (Sal. 42:8)

En muchas ocasiones, el problema no es la noche, sino la actitud que tenemos ante la adversidad. Pablo y Silas tuvieron su noche oscura, pero lejos de quejarse, ellos se pusieron a cantar a Dios y a orar, y su bendición llegó (Hechos 16)

Creo que nuestra actitud en las temporadas de nuestras noches deberíamos aplicar “la doble tracción del búfalo” Se dice que el búfalo tiene una fuerza impresionante y que puede cargar toneladas en su lomo aunque el camino este sucio, empinado, lleno de barro y resbaladizo. ¿Cómo lo logra? Aplicando la doble tracción. Cada vez que el Búfalo lleva demasiada carga, y el camino se pone muy difícil, el búfalo utiliza su doble tracción. Consiste en Doblar sus patas delanteras, o sea se pone de rodillas, y empieza a subir, a subir y a subir. Se detiene por un momento, se vuelve a poner de rodillas y sigue subiendo. Se detiene por un momento, se vuelve a poner de rodillas y sigue subiendo, cada vez con más fuerza y más rápido hasta llegar a la cima. La verdadera fuerza del búfalo, está en ponerse de rodillas. Solo así logra soportar el peso de la carga y llegar a la cima.

Así es que cuando la noche se ponga sombría y fría, cuando el camino de la vida se ponga cuesta arriba, empinado y sucio, lleno de barro y de problemas, apliquemos la doble tracción del búfalo. El Salmo 92:10 dice “Tú Aumentarás mis Fuerzas como las del Búfalo"

Cada vez que nos ponemos de rodillas, a la noche le llega su mañana y nos volvemos más fuertes, porque no es nuestra fuerza, sino la del Señor. Dios nos dará las fuerzas y la sabiduría para seguir adelante y llegar a la cima.

Jesús mismo tuvo su noche cuando cuesta arriba del Calvario cargaba la cruz que lo vería morir pagando el precio de nuestras noches. Su noche tuvo su mañana el día de Su resurrección. Su noche y Su mañana nos dan esperanza en los días oscuros de nuestra existencia. La noche más oscura tiene su mañana: “…Por la noche durará el lloro, y a la mañana vendrá la alegría” Salmo 30:5b

Estimado lector, crea en Dios, sea feliz en este mundo y un día vaya al cielo.

Pastor José Andrés Pimentel

Por noche, no hablo del periodo nocturno de un día. La noche, espiritual o moralmente hablando, representa una época, una temporada, un tiempo difícil en la vida. En ese lapso todo parece sombrío, oscuro y frío. En ese periodo se puede experimentar agonía, peligro, temor y dolor. Las noches de algunos son cubiertas con las sombras de los problemas, las necesidades, una enfermedad, otros por el hambre y el frío o la falta de un trabajo. Alguien puede pasar una noche llorando esperando alguna noticia que no llega. Problemas financieros. La despedida de alguien que quizás no volverás a ver. La preocupación o incertidumbre de que pasará mañana.

Todos, de alguna manera, hemos tenido noches con pesares, dolor y quebranto. Muchos personajes bíblicos tuvieron sus noches. Pedro toda una noche no pesco nada, pero cuando vino Jesús por la mañana, el milagro de la pesca se hizo (Lc. 5:18-24) Su actitud, no se dio por vencido toda la noche y por la mañana su bendición llegó. Jacob lucho toda una noche por su bendición y no se rindió, y por la mañana su bendición llegó (Gen. 32:22-30) David tenía muchos enemigos (Sal. 3:1-2) Un hijo quería dar golpe de estado y derrocarlo. Pecó de adulterio. Tuvo muchos problemas, pero él podía decir: “Pero de día mandará Jehová su misericordia…” (Sal. 42:8)

En muchas ocasiones, el problema no es la noche, sino la actitud que tenemos ante la adversidad. Pablo y Silas tuvieron su noche oscura, pero lejos de quejarse, ellos se pusieron a cantar a Dios y a orar, y su bendición llegó (Hechos 16)

Creo que nuestra actitud en las temporadas de nuestras noches deberíamos aplicar “la doble tracción del búfalo” Se dice que el búfalo tiene una fuerza impresionante y que puede cargar toneladas en su lomo aunque el camino este sucio, empinado, lleno de barro y resbaladizo. ¿Cómo lo logra? Aplicando la doble tracción. Cada vez que el Búfalo lleva demasiada carga, y el camino se pone muy difícil, el búfalo utiliza su doble tracción. Consiste en Doblar sus patas delanteras, o sea se pone de rodillas, y empieza a subir, a subir y a subir. Se detiene por un momento, se vuelve a poner de rodillas y sigue subiendo. Se detiene por un momento, se vuelve a poner de rodillas y sigue subiendo, cada vez con más fuerza y más rápido hasta llegar a la cima. La verdadera fuerza del búfalo, está en ponerse de rodillas. Solo así logra soportar el peso de la carga y llegar a la cima.

Así es que cuando la noche se ponga sombría y fría, cuando el camino de la vida se ponga cuesta arriba, empinado y sucio, lleno de barro y de problemas, apliquemos la doble tracción del búfalo. El Salmo 92:10 dice “Tú Aumentarás mis Fuerzas como las del Búfalo"

Cada vez que nos ponemos de rodillas, a la noche le llega su mañana y nos volvemos más fuertes, porque no es nuestra fuerza, sino la del Señor. Dios nos dará las fuerzas y la sabiduría para seguir adelante y llegar a la cima.

Jesús mismo tuvo su noche cuando cuesta arriba del Calvario cargaba la cruz que lo vería morir pagando el precio de nuestras noches. Su noche tuvo su mañana el día de Su resurrección. Su noche y Su mañana nos dan esperanza en los días oscuros de nuestra existencia. La noche más oscura tiene su mañana: “…Por la noche durará el lloro, y a la mañana vendrá la alegría” Salmo 30:5b

Estimado lector, crea en Dios, sea feliz en este mundo y un día vaya al cielo.

Pastor José Andrés Pimentel