/ jueves 7 de noviembre de 2019

Carreras políticas y sus muchas fotografías

La política es el arte de generar la percepción en los demás de tener una buena reputación. En esa frase tan detestable resumo el grave problema de nuestro tiempo, la corrupción del compromiso social y humano.

Aunque nos desagrade a usted y a mí, amigo lector, la primera definición con la que inicio esta exposición, creo que no lo podemos negar. Atrás quedó Aristóteles y su apreciación de ser la política una ética general, Maquiavelo, Locke, Hobbes o cualquier otro teórico. Hoy en la era de las redes sociales los políticos se dedican a publicar en Twitter, Facebook o cualquier otro medio, toman fotos bonitas, van y hacen cualquier payasada y si logran hacer que la gente crea que están trabajando, entonces son “buenos” políticos. Nuestro tiempo esta pletórico de advenedizos que organizan un torneo deportivo, que van y cortan la hierba del río o cualquier otra tarugada, para después presumirlo en redes, pero es el medio perfecto en el que las personas posicionan a sus autoridades y nuevos políticos.

Tenemos a un Javier Corral estático e indiferente sobre los graves problemas de nuestro Estado, económicos, de seguridad, de obra, pero sin duda es el Twittero más rápido del Estado. Está Andrés Manuel que sin duda tiene controlado Facebook, pero que no ha sido capaz de arrojar resultados en nada, en ningún tema relevante, pese a haber dicho en sus redes que de llegar el todos los problemas se resolverían, incluso la corrupción política. En lo local Lozoya no ha resuelto absolutamente nada, ni el agua, ni el problema de la basura, ni ha mejorado la economía, pero se ha hecho dueño de todo en Parral y lo mejor es que tiene un ejército de bots en redes sociales capaces de generar opinión.

Ese, amigo lector, el tiempo en el que los políticos no son persona capaces, incluso son omisos y disimulados, pero sin duda tienen excelente manejo de las redes y la información. De fondo debemos admitir que la mayor culpa es nuestra por consumir contenidos sin digerirlos o masticarlos, necesitamos exigir más y aplaudir menor, es tiempo de buscar personas resolutivas y menos fotogénicas.

Los medios digitales son excelentes, pues acercan la información, pero nunca el medio por si mismo, los videos o las fotografías dirán por completo lo que fue una experiencia, para ello necesitamos desarrollar el sentido crítico de cada persona. Ese será nuestro reto, nuestra generación debe volverse más informada y crítica, debe salir de la oscuridad tecnológica en la que nos hemos venido sumiendo, para eso debemos redoblar esfuerzos en la educación y en medios como este, que ofrecen mecanismos para criticar lo que vemos a medias.

Los ciudadanos deben frenar toda carrera política que quiera fundamentarse e impulsarse en fotos.

La política es el arte de generar la percepción en los demás de tener una buena reputación. En esa frase tan detestable resumo el grave problema de nuestro tiempo, la corrupción del compromiso social y humano.

Aunque nos desagrade a usted y a mí, amigo lector, la primera definición con la que inicio esta exposición, creo que no lo podemos negar. Atrás quedó Aristóteles y su apreciación de ser la política una ética general, Maquiavelo, Locke, Hobbes o cualquier otro teórico. Hoy en la era de las redes sociales los políticos se dedican a publicar en Twitter, Facebook o cualquier otro medio, toman fotos bonitas, van y hacen cualquier payasada y si logran hacer que la gente crea que están trabajando, entonces son “buenos” políticos. Nuestro tiempo esta pletórico de advenedizos que organizan un torneo deportivo, que van y cortan la hierba del río o cualquier otra tarugada, para después presumirlo en redes, pero es el medio perfecto en el que las personas posicionan a sus autoridades y nuevos políticos.

Tenemos a un Javier Corral estático e indiferente sobre los graves problemas de nuestro Estado, económicos, de seguridad, de obra, pero sin duda es el Twittero más rápido del Estado. Está Andrés Manuel que sin duda tiene controlado Facebook, pero que no ha sido capaz de arrojar resultados en nada, en ningún tema relevante, pese a haber dicho en sus redes que de llegar el todos los problemas se resolverían, incluso la corrupción política. En lo local Lozoya no ha resuelto absolutamente nada, ni el agua, ni el problema de la basura, ni ha mejorado la economía, pero se ha hecho dueño de todo en Parral y lo mejor es que tiene un ejército de bots en redes sociales capaces de generar opinión.

Ese, amigo lector, el tiempo en el que los políticos no son persona capaces, incluso son omisos y disimulados, pero sin duda tienen excelente manejo de las redes y la información. De fondo debemos admitir que la mayor culpa es nuestra por consumir contenidos sin digerirlos o masticarlos, necesitamos exigir más y aplaudir menor, es tiempo de buscar personas resolutivas y menos fotogénicas.

Los medios digitales son excelentes, pues acercan la información, pero nunca el medio por si mismo, los videos o las fotografías dirán por completo lo que fue una experiencia, para ello necesitamos desarrollar el sentido crítico de cada persona. Ese será nuestro reto, nuestra generación debe volverse más informada y crítica, debe salir de la oscuridad tecnológica en la que nos hemos venido sumiendo, para eso debemos redoblar esfuerzos en la educación y en medios como este, que ofrecen mecanismos para criticar lo que vemos a medias.

Los ciudadanos deben frenar toda carrera política que quiera fundamentarse e impulsarse en fotos.