/ jueves 29 de noviembre de 2018

Cada día nos deja un sinfín de experiencias

Todo ser humano pasa por acontecimientos desagradables que nos ponen en un estado de declive, y resulta que la mayoría de estos sucesos poco agradables, son causados por uno mismo: no son fruto de la mala suerte, ni de la casualidad, ni por fenómenos extraños, simplemente son consecuencias de cómo manejamos nuestra vida; y como no hay un instructivo que nos ayude a manejar nuestras vidas, tendremos que pasar por estas malas experiencias, la mentalidad que tengamos para afrontar estas situaciones serán las que nos ayuden a vivir como queramos vivir.

Nosotros decidimos si queremos gozar o queremos seguir sufriendo y lamentándonos; cuando vas de caída no precisamente tienes que llegar al fondo para ver qué hiciste mal, puedes evitarlo en cualquier momento: sólo es cuestión de detenerte, dejar de aferrarte al orgullo, el que te llevará a cometer una y otra vez el mismo error, analiza lo que estás haciendo, responsabilízate de tus actos, vuélvete manejable.

Esperar duele, olvidar duele, pero el peor de los sufrimientos es no saber qué decisión tomar (Paulo Coelho).

De lo hecho en lo pasado, ni hablar, no lo podrás cambiar; ni tampoco podrás recuperar el tiempo que perdiste, ni podrás tener la certeza de que tu futuro será todo felicidad, pero tendrás la seguridad del hoy, de sentirte bien porque estás haciendo lo que quieres hacer y el día de mañana podrás disfrutar y gozar tu realidad porque es la que te costó forjar con la razón.

Ahora, si decides aferrarte aquello que te perjudica, luego no te quejes y no utilices a las demás personas para justificarte, simplemente acepta tu decisión, tú decides… Es realmente importante que vivamos en el día de hoy, si todas las personas fuéramos capaces de vivir en el momento presente realmente estaríamos a salvo de cualquier tipo de preocupación o sufrimiento esto de vivir en el día de hoy, que parece una obviedad, es básico para poder sentir y tener una vida armoniosa y llena de positividad.

El futuro no se piensa, se crea, y al crearlo basándonos en el miedo, lo estamos creando de forma negativa, y esta creación nos causa un efecto que se traduce en sentimientos de miedo o angustia en el presente, al decir el día de hoy me refiero a disfrutar el momento presente, valorar todas las cosas positivas que tenemos en el día de hoy, si lo miramos con objetividad siempre habrá miles de cosas por la que tenemos que estar agradecidos, siempre habrá montones de situaciones por las que otra persona desearía estar en nuestro lugar, porque siempre habrá alguien que necesite las cosas que nosotros tenemos.

Muchas veces desatendemos mensajes que nuestra propia vida de todos los días nos brinda: un detalle, una mínima expresión pueden estar dándonos la pauta de muchas otras cosas que suceden en nuestro quehacer diario. Por eso, no es para nada descabellado pensar que la clave de nuestro futuro está en la vida diaria.

¿Cuántas veces has sentido que la vida te está dando mensajes? ¿No estás conforme con tu vida cotidiana y ello se pone de manifiesto? Entonces, probablemente, estás desoyendo los mensajes que la vida diaria te da a cada paso. Es que, en tu realidad de todos los días, se percibe lo que eres, lo que sientes y, también lo que serás. Allí, de un modo u otro, está encerrado tu futuro.

A veces, no hay nada mejor que detenerse a pensar al final del día qué hemos hecho bien y qué mal. A meditar en el por qué de las acciones y no dejar todo librado al azar y creer que son caprichos del destino. En las cosas de todos los días, están las respuestas de lo que necesitarás para progresar como persona en un futuro.


Todo ser humano pasa por acontecimientos desagradables que nos ponen en un estado de declive, y resulta que la mayoría de estos sucesos poco agradables, son causados por uno mismo: no son fruto de la mala suerte, ni de la casualidad, ni por fenómenos extraños, simplemente son consecuencias de cómo manejamos nuestra vida; y como no hay un instructivo que nos ayude a manejar nuestras vidas, tendremos que pasar por estas malas experiencias, la mentalidad que tengamos para afrontar estas situaciones serán las que nos ayuden a vivir como queramos vivir.

Nosotros decidimos si queremos gozar o queremos seguir sufriendo y lamentándonos; cuando vas de caída no precisamente tienes que llegar al fondo para ver qué hiciste mal, puedes evitarlo en cualquier momento: sólo es cuestión de detenerte, dejar de aferrarte al orgullo, el que te llevará a cometer una y otra vez el mismo error, analiza lo que estás haciendo, responsabilízate de tus actos, vuélvete manejable.

Esperar duele, olvidar duele, pero el peor de los sufrimientos es no saber qué decisión tomar (Paulo Coelho).

De lo hecho en lo pasado, ni hablar, no lo podrás cambiar; ni tampoco podrás recuperar el tiempo que perdiste, ni podrás tener la certeza de que tu futuro será todo felicidad, pero tendrás la seguridad del hoy, de sentirte bien porque estás haciendo lo que quieres hacer y el día de mañana podrás disfrutar y gozar tu realidad porque es la que te costó forjar con la razón.

Ahora, si decides aferrarte aquello que te perjudica, luego no te quejes y no utilices a las demás personas para justificarte, simplemente acepta tu decisión, tú decides… Es realmente importante que vivamos en el día de hoy, si todas las personas fuéramos capaces de vivir en el momento presente realmente estaríamos a salvo de cualquier tipo de preocupación o sufrimiento esto de vivir en el día de hoy, que parece una obviedad, es básico para poder sentir y tener una vida armoniosa y llena de positividad.

El futuro no se piensa, se crea, y al crearlo basándonos en el miedo, lo estamos creando de forma negativa, y esta creación nos causa un efecto que se traduce en sentimientos de miedo o angustia en el presente, al decir el día de hoy me refiero a disfrutar el momento presente, valorar todas las cosas positivas que tenemos en el día de hoy, si lo miramos con objetividad siempre habrá miles de cosas por la que tenemos que estar agradecidos, siempre habrá montones de situaciones por las que otra persona desearía estar en nuestro lugar, porque siempre habrá alguien que necesite las cosas que nosotros tenemos.

Muchas veces desatendemos mensajes que nuestra propia vida de todos los días nos brinda: un detalle, una mínima expresión pueden estar dándonos la pauta de muchas otras cosas que suceden en nuestro quehacer diario. Por eso, no es para nada descabellado pensar que la clave de nuestro futuro está en la vida diaria.

¿Cuántas veces has sentido que la vida te está dando mensajes? ¿No estás conforme con tu vida cotidiana y ello se pone de manifiesto? Entonces, probablemente, estás desoyendo los mensajes que la vida diaria te da a cada paso. Es que, en tu realidad de todos los días, se percibe lo que eres, lo que sientes y, también lo que serás. Allí, de un modo u otro, está encerrado tu futuro.

A veces, no hay nada mejor que detenerse a pensar al final del día qué hemos hecho bien y qué mal. A meditar en el por qué de las acciones y no dejar todo librado al azar y creer que son caprichos del destino. En las cosas de todos los días, están las respuestas de lo que necesitarás para progresar como persona en un futuro.