/ miércoles 16 de octubre de 2019

Ayotzinapa a cinco años de una pesadilla impune

Esto no es una poesía, ni una historia de amor, tampoco palabras bonitas, sino una historia de horror, narrada con hondo y agudo dolor; escrita con tinta de sangre y desesperación. De luto esta Guerrero y toda la nación, de día y de noche buscan con tesón su tesoro más preciado que ha sido vulnerado, son sus muchachos secuestrados, maltratados y humillados. No aceptamos no, no queremos, no esperamos que sean asesinados. Desde Ayotzinapa hasta Iguala y México entero, en un solo clamor, gritan y exigen que aparezcan, que regresen con vida, que es de ellos, como su más caro don. ¿Quiénes eran? Son sólo estudiantes que se afanan por comerse el mundo con su juventud. Impetuosos hablando por los que no hablan, por los que poco tienen y mucho les deben, poniendo el pecho por escudo y por balas su voz. Sus brazos como alas batiendo los cielos en busca de justicia, de ley y de pan. Promesas de nuevos maestros orgullo del pueblo que los vio nacer, esperanzas de una vida mejor. Cada uno, es un compatriota en plena evolución, en busca afanosa de una educación, en fin, jóvenes con el tesoro de su educación. ¡En qué ofendieron, en qué agraviaron! Fue por alzar su voz ante las injusticias, por los despojos de tierras de sus padres ó, por rebelarse en contra de la corrupción, y el protestar contra la impunidad. Claro, esto molesta a los adultos, en especial, si es autoridad. Los jóvenes comienzan a luchar desde su juventud por algo o por agravios. Los adultos no luchamos, ni siquiera votamos, unos por temor o por comodidad o por alguna supuesta válida razón. ¡Acaso! Su delito jóvenes normalistas, fue incomodar con sus voces de denuncia a la primera dama de Iguala. Que con prepotencia sin igual gritó ¡DETÉNGALOS! Segura de su poder por el fuero que creyó tener. Dio la orden criminal que al mundo ha conmovido y sacudido. ¿Qué pasó, qué sucedió? Ya todos lo sabemos, fueron secuestrados 43 estudiantes por autoridades municipales, pero fueron testigos algunos soldados que vieron la balacera en donde caen cinco de ellos y un civil y luego como si fueran reses, los suben golpeados y humillados a los 43 y en esa aciaga noche, fueron entregados a un grupo criminal con el mote de “Guerreros Unidos”. Todavía se especula que ellos los torturaron y los desaparecieron. Sin embargo, el pueblo y sus dolientes los han buscado por cielo, mar y tierra. Clamando sin cesar “VIVOS SE LOS LLEVARON. VIVOS LOS QUEREMOS” Debo agregar, que a la comunidad internacional en ese 2014 le pareció una aberración, de que un grupo de hombres investidos como autoridad municipal fueron capaces de tal maldad, era obvio que los captores los conocieran, si no a ellos, sí a sus padres y lo más grave, que los entregaran a un grupo de verdugos de estirpe criminal. Los 43 se suman, a los casi 40 mil desaparecidos forzados o secuestrados y por los años que han pasado y los cientos de fosas y restos encontrados en el monte, es clara evidencia, que han sido ejecutados. Se ha visto con asombro la alianza de autoridades de los tres niveles. Incluyendo al ejército por omisión en dos retenes militares ¡No las vieron! si eran al menos cinco camionetas llenas de cuerpos atados y era la madrugada del día 27 de Sep. del 2014. Desgraciadamente la policía de todo el país, sólo recogen: Cartuchos percutidos, balas, despojos, huesos, vestimentas, y otras evidencias. Pero en un 94% de los responsables, no se sabe nada. ¡Asesinos a la sombra de la impunidad!

No necesitamos, blackhawk, tanquetas, jets, o camionetas de doble cabina último modelo todo esto es muy costoso. Necesitamos: policías jóvenes en motocicletas, en una persecución callejera la moto es increíble y en el casco llevar el micrófono, para reportar por dónde va el perseguido (os) y luego una patrulla o dos le cierran el paso en alguna avenida o salida de la población, ahí deben ir los policías veteranos y bien armados. También se requieren millones de cámaras, éstas no piden mordida, simplemente filman todo. Aunque duela la comparación, en EEUU y EUROPA; sucede un ataque terrorista o un tiroteo criminal y en horas o días, los responsables son detenidos o abatidos. O de plano se suicida o se rinde el criminal (es).

Esto no es una poesía, ni una historia de amor, tampoco palabras bonitas, sino una historia de horror, narrada con hondo y agudo dolor; escrita con tinta de sangre y desesperación. De luto esta Guerrero y toda la nación, de día y de noche buscan con tesón su tesoro más preciado que ha sido vulnerado, son sus muchachos secuestrados, maltratados y humillados. No aceptamos no, no queremos, no esperamos que sean asesinados. Desde Ayotzinapa hasta Iguala y México entero, en un solo clamor, gritan y exigen que aparezcan, que regresen con vida, que es de ellos, como su más caro don. ¿Quiénes eran? Son sólo estudiantes que se afanan por comerse el mundo con su juventud. Impetuosos hablando por los que no hablan, por los que poco tienen y mucho les deben, poniendo el pecho por escudo y por balas su voz. Sus brazos como alas batiendo los cielos en busca de justicia, de ley y de pan. Promesas de nuevos maestros orgullo del pueblo que los vio nacer, esperanzas de una vida mejor. Cada uno, es un compatriota en plena evolución, en busca afanosa de una educación, en fin, jóvenes con el tesoro de su educación. ¡En qué ofendieron, en qué agraviaron! Fue por alzar su voz ante las injusticias, por los despojos de tierras de sus padres ó, por rebelarse en contra de la corrupción, y el protestar contra la impunidad. Claro, esto molesta a los adultos, en especial, si es autoridad. Los jóvenes comienzan a luchar desde su juventud por algo o por agravios. Los adultos no luchamos, ni siquiera votamos, unos por temor o por comodidad o por alguna supuesta válida razón. ¡Acaso! Su delito jóvenes normalistas, fue incomodar con sus voces de denuncia a la primera dama de Iguala. Que con prepotencia sin igual gritó ¡DETÉNGALOS! Segura de su poder por el fuero que creyó tener. Dio la orden criminal que al mundo ha conmovido y sacudido. ¿Qué pasó, qué sucedió? Ya todos lo sabemos, fueron secuestrados 43 estudiantes por autoridades municipales, pero fueron testigos algunos soldados que vieron la balacera en donde caen cinco de ellos y un civil y luego como si fueran reses, los suben golpeados y humillados a los 43 y en esa aciaga noche, fueron entregados a un grupo criminal con el mote de “Guerreros Unidos”. Todavía se especula que ellos los torturaron y los desaparecieron. Sin embargo, el pueblo y sus dolientes los han buscado por cielo, mar y tierra. Clamando sin cesar “VIVOS SE LOS LLEVARON. VIVOS LOS QUEREMOS” Debo agregar, que a la comunidad internacional en ese 2014 le pareció una aberración, de que un grupo de hombres investidos como autoridad municipal fueron capaces de tal maldad, era obvio que los captores los conocieran, si no a ellos, sí a sus padres y lo más grave, que los entregaran a un grupo de verdugos de estirpe criminal. Los 43 se suman, a los casi 40 mil desaparecidos forzados o secuestrados y por los años que han pasado y los cientos de fosas y restos encontrados en el monte, es clara evidencia, que han sido ejecutados. Se ha visto con asombro la alianza de autoridades de los tres niveles. Incluyendo al ejército por omisión en dos retenes militares ¡No las vieron! si eran al menos cinco camionetas llenas de cuerpos atados y era la madrugada del día 27 de Sep. del 2014. Desgraciadamente la policía de todo el país, sólo recogen: Cartuchos percutidos, balas, despojos, huesos, vestimentas, y otras evidencias. Pero en un 94% de los responsables, no se sabe nada. ¡Asesinos a la sombra de la impunidad!

No necesitamos, blackhawk, tanquetas, jets, o camionetas de doble cabina último modelo todo esto es muy costoso. Necesitamos: policías jóvenes en motocicletas, en una persecución callejera la moto es increíble y en el casco llevar el micrófono, para reportar por dónde va el perseguido (os) y luego una patrulla o dos le cierran el paso en alguna avenida o salida de la población, ahí deben ir los policías veteranos y bien armados. También se requieren millones de cámaras, éstas no piden mordida, simplemente filman todo. Aunque duela la comparación, en EEUU y EUROPA; sucede un ataque terrorista o un tiroteo criminal y en horas o días, los responsables son detenidos o abatidos. O de plano se suicida o se rinde el criminal (es).