/ jueves 14 de noviembre de 2019

Austeridad Republicana

El concepto de austeridad en el gobierno es sumamente atractivo para cualquier ciudadano. Por su puesto que absolutamente a nadie agrada observar que los recursos públicos, y que todos generamos sean objetos de dispendio o frivolidades. Cuando el presidente de la republica anuncia que habrá austeridad republicana, cualquiera imaginó que por fin se terminaron los lujos, pero no fue así, más bien los lujos tomaron otra cara, se saciaron otros intereses.

Cuando empezaron los recortes a programas que eran clave para el desarrollo y crecimiento del país, empezó entonces la desconfianza sobre lo que se entendía por la susodicha austeridad. Porque en definitiva no es suficiente que el presidente de la republica viaje en clase turista y en aviones de líneas comerciales si se plantea desaparecer los programas de combate a la pobreza y desarrollo social.

La susodicha austeridad republicana se ha traducido en nuevas excentricidades. Por ejemplo los fuertes apoyos a países sudamericanos, que estoy convencido que la cooperación entre los países es indispensable, pero no si jalas tanto la cobija que hasta la rompes. Y ahora con ese exagerado proteccionismo a Evo Morales.

No pondré en entre dicho lo correcto o políticamente incorrecto del asilo político, pero si pongo en entre dicho las formas. ¿Por qué si el presidente no viaja en aeronaves privadas, si tendría que hacerlo un refugiado, que obviamente cuenta con los medios pertinentes para llegar por su propia cuenta? ¿Cómo puede ser razonable que se suspendan apoyos sociales para México, pero se reanuden para otros países?

Existe entonces, y de fondo, una fuerte contradicción e imprecisión entre los considerandos para definir que es la austeridad para este gobierno.

Pareciera entonces que no se ha generado una visión de ahorro y cuidado de los recursos, una cultura de la eficiencia, más bien se han adquirido nuevos hábitos de dispendio, o que obedecen a intereses de otro orden, tal vez el pago de los promotores de la campaña eterna de nuestro actual presidente o generar los agrados de los nuevos aliados políticos.

En ese orden de ideas es posible remarcar que como país, no podemos exponer el propio auto cuidado para jugar a los salvadores de otras economías, la subsidiariedad de cada país se ve afectada en este tipo de prácticas, México no puede jugar a ser el padre de Latinoamérica, sino procura primero su propio crecimiento.

No podemos entonces fingir que hay austeridad donde en realidad hay nuevos tiraderos, con nuevos objetivos.

El concepto de austeridad en el gobierno es sumamente atractivo para cualquier ciudadano. Por su puesto que absolutamente a nadie agrada observar que los recursos públicos, y que todos generamos sean objetos de dispendio o frivolidades. Cuando el presidente de la republica anuncia que habrá austeridad republicana, cualquiera imaginó que por fin se terminaron los lujos, pero no fue así, más bien los lujos tomaron otra cara, se saciaron otros intereses.

Cuando empezaron los recortes a programas que eran clave para el desarrollo y crecimiento del país, empezó entonces la desconfianza sobre lo que se entendía por la susodicha austeridad. Porque en definitiva no es suficiente que el presidente de la republica viaje en clase turista y en aviones de líneas comerciales si se plantea desaparecer los programas de combate a la pobreza y desarrollo social.

La susodicha austeridad republicana se ha traducido en nuevas excentricidades. Por ejemplo los fuertes apoyos a países sudamericanos, que estoy convencido que la cooperación entre los países es indispensable, pero no si jalas tanto la cobija que hasta la rompes. Y ahora con ese exagerado proteccionismo a Evo Morales.

No pondré en entre dicho lo correcto o políticamente incorrecto del asilo político, pero si pongo en entre dicho las formas. ¿Por qué si el presidente no viaja en aeronaves privadas, si tendría que hacerlo un refugiado, que obviamente cuenta con los medios pertinentes para llegar por su propia cuenta? ¿Cómo puede ser razonable que se suspendan apoyos sociales para México, pero se reanuden para otros países?

Existe entonces, y de fondo, una fuerte contradicción e imprecisión entre los considerandos para definir que es la austeridad para este gobierno.

Pareciera entonces que no se ha generado una visión de ahorro y cuidado de los recursos, una cultura de la eficiencia, más bien se han adquirido nuevos hábitos de dispendio, o que obedecen a intereses de otro orden, tal vez el pago de los promotores de la campaña eterna de nuestro actual presidente o generar los agrados de los nuevos aliados políticos.

En ese orden de ideas es posible remarcar que como país, no podemos exponer el propio auto cuidado para jugar a los salvadores de otras economías, la subsidiariedad de cada país se ve afectada en este tipo de prácticas, México no puede jugar a ser el padre de Latinoamérica, sino procura primero su propio crecimiento.

No podemos entonces fingir que hay austeridad donde en realidad hay nuevos tiraderos, con nuevos objetivos.