/ jueves 10 de septiembre de 2020

Aurora Reyes

Aurora Reyes, una mujer adelantada a su época, tuvo el atrevimiento de desafiar los estereotipos de género, en una sociedad conservadora y machista del periodo posrevolucionario en nuestro país. Se destacó por ser una mujer de carácter, brava, atrevida y visionaria. Aurora nació el 9 de septiembre de 1908, en la casa marcada con el número 5 de la plaza Porfirio Díaz (Hoy Plaza Guillermo Baca) en la ciudad minera de Hidalgo del Parral Chih.

Tras vivir una infancia dura, pues su familia era considerada enemiga del régimen, la falta de recursos económicos la obligaron a ganarse la vida desde muy pequeña, esto contribuyó para formar en Aurora un carácter fuerte e indomable.

Se desempeñó como maestra por 37 años, impartía clases de dibujo y pintura. Fue dirigente sindical, lo que le permitió consolidar su compromiso como luchadora social, pugnó por el voto de la mujer y su derecho a ocupar puestos de elección popular. Así mismo destacó en su activismo, su tesón para lograr la creación de guarderías, para los hijos de los maestros de educación pública (1940).

Después de haber sido víctimas de discriminación en sus derechos políticos, las mujeres logran su ciudadanía el 13 de octubre de 1953, al reformarse el artículo 34 constitucional. El sueño sufragista de líderes feministas como Aurora Reyes se convierte en realidad, el 3 de julio de 1955 acuden por primera vez a votar las mujeres para elegir diputados y diputadas federales. El panorama de las mujeres cambia, gracias a la lucha por la igualdad social que emprendieron mujeres como Aurora, esto le valió el apodo de “Magnolia Iracunda”.

Aurora destacó por su activismo social y por su labor artística, ella fue pintora, poeta, maestra y activista social de espíritu libre e indomable. Es considerada la primera mujer muralista en México, la primera que diseñó y realizó un mural en 1936 “Atentado a las Maestras Rurales”. Aprovechó el arte para plasmar la reivindicación de las mujeres y lo concibió como una expresión de la realidad y no como un ente abstracto.

Aurora fue una de las mujeres que se atrevió a romper las reglas de su época, su lema “Soy completamente primitiva y salvaje. Amo por encima de todo la libertad” la llevo a ser polifacética, libre de alma y de cuerpo, incursionando y fundando múltiples agrupaciones.

Aurora representa la otra forma de ser de la mujer mexicana, no la sumisa y relegada al que hacer doméstico, sino el de la mujer valiente, atrevida, visionaria, capaz de cambiar los modelos ideológicos, políticos, estéticos, incluso amorosos, capaz de romper paradigmas y estructuras familiares, ella es un símbolo para la mujer mexicana, porque se atrevió a ser no solo imagen de belleza, sino un ser que piensa, que actúa, que siente, porque se atrevió a saber decir que no y a decir que si, de acuerdo a sus reglas y a su criterio.

Su sangre rojinegra e iracunda, provocó que fuera borrada de la historia de este país, el mundo parece haber olvidado a ésta mujer talentosa de gran personalidad y talento, ella murió en la ciudad de México el 26 de abril de 1985.

Aurora Reyes, una mujer adelantada a su época, tuvo el atrevimiento de desafiar los estereotipos de género, en una sociedad conservadora y machista del periodo posrevolucionario en nuestro país. Se destacó por ser una mujer de carácter, brava, atrevida y visionaria. Aurora nació el 9 de septiembre de 1908, en la casa marcada con el número 5 de la plaza Porfirio Díaz (Hoy Plaza Guillermo Baca) en la ciudad minera de Hidalgo del Parral Chih.

Tras vivir una infancia dura, pues su familia era considerada enemiga del régimen, la falta de recursos económicos la obligaron a ganarse la vida desde muy pequeña, esto contribuyó para formar en Aurora un carácter fuerte e indomable.

Se desempeñó como maestra por 37 años, impartía clases de dibujo y pintura. Fue dirigente sindical, lo que le permitió consolidar su compromiso como luchadora social, pugnó por el voto de la mujer y su derecho a ocupar puestos de elección popular. Así mismo destacó en su activismo, su tesón para lograr la creación de guarderías, para los hijos de los maestros de educación pública (1940).

Después de haber sido víctimas de discriminación en sus derechos políticos, las mujeres logran su ciudadanía el 13 de octubre de 1953, al reformarse el artículo 34 constitucional. El sueño sufragista de líderes feministas como Aurora Reyes se convierte en realidad, el 3 de julio de 1955 acuden por primera vez a votar las mujeres para elegir diputados y diputadas federales. El panorama de las mujeres cambia, gracias a la lucha por la igualdad social que emprendieron mujeres como Aurora, esto le valió el apodo de “Magnolia Iracunda”.

Aurora destacó por su activismo social y por su labor artística, ella fue pintora, poeta, maestra y activista social de espíritu libre e indomable. Es considerada la primera mujer muralista en México, la primera que diseñó y realizó un mural en 1936 “Atentado a las Maestras Rurales”. Aprovechó el arte para plasmar la reivindicación de las mujeres y lo concibió como una expresión de la realidad y no como un ente abstracto.

Aurora fue una de las mujeres que se atrevió a romper las reglas de su época, su lema “Soy completamente primitiva y salvaje. Amo por encima de todo la libertad” la llevo a ser polifacética, libre de alma y de cuerpo, incursionando y fundando múltiples agrupaciones.

Aurora representa la otra forma de ser de la mujer mexicana, no la sumisa y relegada al que hacer doméstico, sino el de la mujer valiente, atrevida, visionaria, capaz de cambiar los modelos ideológicos, políticos, estéticos, incluso amorosos, capaz de romper paradigmas y estructuras familiares, ella es un símbolo para la mujer mexicana, porque se atrevió a ser no solo imagen de belleza, sino un ser que piensa, que actúa, que siente, porque se atrevió a saber decir que no y a decir que si, de acuerdo a sus reglas y a su criterio.

Su sangre rojinegra e iracunda, provocó que fuera borrada de la historia de este país, el mundo parece haber olvidado a ésta mujer talentosa de gran personalidad y talento, ella murió en la ciudad de México el 26 de abril de 1985.