A trece días de la toma de protesta de nuestro presidente, Andrés Manuel López Obrador, visualizamos y se va reafirmando que la esperanza va… ¡que todo va! Diferentes perspectivas de cada uno de los ciudadanos, tal vez, diferentes hábitats, tal vez, diferentes escenarios, tal vez, pero con una sola esperanza: el bien de la colectividad.
Como anteriormente he señalado, las acciones de este nuevo gobierno se iniciaron desde la fase de transición, con su equipo de transición –valga la redundancia-, ahora denominados equipo de ejecución. Tales como los diferentes foros de consulta, conferencias, entrevistas, censos, en materia de educación, salud, seguridad, bienestar, prioritariamente. A manera de tener un diagnóstico e implementar las posteriores acciones que se están por venir. Y continuar generando programa y proyectos, tales como: continuidad al Censo para el Bienestar; el Programa Jóvenes Construyendo el Futuro; el proyecto de la Implementación de la Guardia Nacional; el Programa Misión Paisano; el Plan Nacional de Refinación; el Programa Nacional de Reconstrucción; la Iniciativa para cancelar la mal llamada Reforma Educativa, etc.
De esta última, llevado a cabo en su conferencia de prensa matutina del día de ayer, nuestro presidente Andrés Manuel López Obrador señala: “Esto es un cambio importante, una diferencia con relación a la manera en que actuaron cuando impusieron la ‘mal llamada reforma educativa’ que se hizo en contra de la voluntad de los maestros. No podemos llevar a cabo ningún plan sin el apoyo la colaboración de los padres de familia y de los maestros”. Asimismo, haciendo hincapié en que no bastan las buenas intenciones sino ejecutar las buenas acciones, se dotará de infraestructura, para con lo cual se construirán 100 universidades públicas, siendo beneficiados miles de estudiantes que deben poseer las mismas oportunidades para estudiar.
Subrayando también, al respecto de constituir una acción para erradicar la pobreza que: “Estamos conscientes de que la educación más pobre se le da a los más pobres y eso tiene que cambiar; tenemos que fortalecer el sistema educativo para que se rompa con una de las causas de la pobreza en el país” (AMLO, 2018).
Y faltan muchas cosas por hacer, todas y todos esperanzados estamos. Más allá de que pueda observarse en mí el amor por nuestro presidente, Andrés Manuel López Obrador, la devoción y admiración plasmada en él, y que puedan observar subjetividad y juicios de valor en pro de la normatividad que observo en su plan de trabajo bajo mis emociones y sentimientos, también puedo señalar desde una óptica objetiva –como la mujer científica que soy- que el plan de trabajo que contiene todos estos proyectos y programas ambiciosos habrán de cumplirse, lo señalo yo, lo afirman otros conciudadanos con diferentes ideologías, que creen en su presidente, que ven en él la esperanza… la esperanza que da un hombre de firmes convicciones e ideales que integra a otros seres humanos a ser partícipes de este gran cambio, de esta CUARTA TRANSFORMACIÓN!!!
