/ viernes 7 de agosto de 2020

¿Alianza PRI-PAN en Chihuahua?

Personalmente soy partidario de las alianzas electorales, son necesarias y una manifestación de la política y la diplomacia. La política puede ser entendida como el arte del acuerdo, aquellas personas que son renuentes a los acuerdos políticos, alianzas o coaliciones en condiciones especiales tienden a ser exageradamente idealistas, despegados de la realidad o incluso incautos en temas sociales desde una perspectiva factual.

Aquellos líderes que logran unir varias fuerzas políticas o personajes con intereses contra puestos deben sin duda ocupara espacios de gobierno y administración pública, pues al final la gobernanza es eso, la suma de voluntades.

Hay sin embargo una propuesta en el aire sobre una posible alianza electoral entre el PRI y el PAN en chihuahua. Cosa que no sucederá. A continuación trataré de esbozar un razonamiento del porque creo que una alianza de tal magnitud, no me empacha, pero tampoco la veo factible en este tiempo.

La primer razón del por qué no se dará un acuerdo es porque ningún acuerdo nace condicionado y basado en la ofensa. El presidente del PRI a nivel estatal, Omar Bazán Flores ha dicho que sería factible una alianza con el PAN, pero no con corral, “con Corral ni a la esquina” ha dicho en varios medios de comunicación. Desde esa visión, como podría nacer un acuerdo de dos grupos históricamente antagónicos y donde uno nace para hacer un contra peso del otro, si desde el inicio se desentiende del líder más alto en lo local, ¿Cómo acordar algo si de inicio ya condicionaste la apertura a no tomar en cuenta al máximo líder del grupo?

La segunda razón es que existe una negativa conceptual en Javier Corral, actual líder del PAN en Chihuahua hacia cualquier entendimiento con el PRI. Corral entiende la confianza del ciudadano hacia el PAN, en un ánimo de distancia para con el PRI, concepción que ha manifestado en lo público y lo privado una y otra vez.

Otra razón de fuerza es que ambos grupos se calculan con la victoria yendo por separado, en los razonamientos numéricos de ambos existe la creencia de que existe el acceso al poder sin la unión de fuerzas, eso generará que simplemente una campaña donde se compartan escudos en la boleta no se suceda por lo menos en la elección del 21. Además por si fuera poco la lideresa del PAN, ha descartado ya la posibilidad y será ella quien coordine esos ejercicios.

El escenario para el 21 se va fraguando, pero es posible anticipar que no veremos en esta próxima elección un evento político de tal magnitud y trascendencia, donde la historia cambie y se vea un escenario de dialogo entre las dos más grandes fuerzas de la política partidista en el país.

Personalmente soy partidario de las alianzas electorales, son necesarias y una manifestación de la política y la diplomacia. La política puede ser entendida como el arte del acuerdo, aquellas personas que son renuentes a los acuerdos políticos, alianzas o coaliciones en condiciones especiales tienden a ser exageradamente idealistas, despegados de la realidad o incluso incautos en temas sociales desde una perspectiva factual.

Aquellos líderes que logran unir varias fuerzas políticas o personajes con intereses contra puestos deben sin duda ocupara espacios de gobierno y administración pública, pues al final la gobernanza es eso, la suma de voluntades.

Hay sin embargo una propuesta en el aire sobre una posible alianza electoral entre el PRI y el PAN en chihuahua. Cosa que no sucederá. A continuación trataré de esbozar un razonamiento del porque creo que una alianza de tal magnitud, no me empacha, pero tampoco la veo factible en este tiempo.

La primer razón del por qué no se dará un acuerdo es porque ningún acuerdo nace condicionado y basado en la ofensa. El presidente del PRI a nivel estatal, Omar Bazán Flores ha dicho que sería factible una alianza con el PAN, pero no con corral, “con Corral ni a la esquina” ha dicho en varios medios de comunicación. Desde esa visión, como podría nacer un acuerdo de dos grupos históricamente antagónicos y donde uno nace para hacer un contra peso del otro, si desde el inicio se desentiende del líder más alto en lo local, ¿Cómo acordar algo si de inicio ya condicionaste la apertura a no tomar en cuenta al máximo líder del grupo?

La segunda razón es que existe una negativa conceptual en Javier Corral, actual líder del PAN en Chihuahua hacia cualquier entendimiento con el PRI. Corral entiende la confianza del ciudadano hacia el PAN, en un ánimo de distancia para con el PRI, concepción que ha manifestado en lo público y lo privado una y otra vez.

Otra razón de fuerza es que ambos grupos se calculan con la victoria yendo por separado, en los razonamientos numéricos de ambos existe la creencia de que existe el acceso al poder sin la unión de fuerzas, eso generará que simplemente una campaña donde se compartan escudos en la boleta no se suceda por lo menos en la elección del 21. Además por si fuera poco la lideresa del PAN, ha descartado ya la posibilidad y será ella quien coordine esos ejercicios.

El escenario para el 21 se va fraguando, pero es posible anticipar que no veremos en esta próxima elección un evento político de tal magnitud y trascendencia, donde la historia cambie y se vea un escenario de dialogo entre las dos más grandes fuerzas de la política partidista en el país.