Bien parece, por las evidencias y persistencia presentadas que esa diríase “tara doctrinal” entreguista-privatizadora de los entes políticos de reconocida filiación derechista, es más en realidad, una anomalía genética, misma que indudablemente ha tenido su más obvia y burda expresión en el México de los tiempos modernos, con esa tristemente célebre pútrida asociación partidista:
El PRIAN, la cual durante los últimos 30 años de permanencia en el poder en México se dedicaron miserablemente a despojar a este país y, por ende, a todos los mexicanos, de una en verdad inmensa cantidad de valiosos y estratégicos recursos nacionales, así como de fundamentales empresas del Estado, para traspasarlas mediante turbias privatizaciones a las rapaces manos de obscuros intereses muy particulares(del país) o de grupos corporativos privados extranjeros ( trasnacionales), siguiendo obedientemente las intervencionistas políticas y lineamientos neoliberales del mercado global; Beneficiándose grandiosamente así ($$$) un exclusivo y reducido número de privilegiados sinvergüenzas locales o foráneos, al haberse adueñado de una ya muy significativa parte de la riqueza productiva de México, por lo que los “tristes” resultados para la ciudadanía de este país no se dejaron hacer esperar, comenzando por la colosal pérdida patrimonial de valiosos bienes nacionales (minas, bosques, terrenos playas…hidrocarburos) al ser enajenados estos a los mexicanos. Traduciéndose esto en una aún mayor pobreza social e inminente depreciación del país claro. Sin omitir la elevada alza de precios en servicios y productos que ofrecen al público las empresas (antes del gobierno) ahora ya privatizadas, aunado hoy esto a una todavía mayor ineficiencia comprobada de estas en muchos casos.
Aún con todo lo anterior (que indudablemente ya es bastante), esa irrefutable “tara genética” entreguista-privatizadora de los susodichos políticos de la conservadora derecha los ha llevado todavía aún más lejos, imbuidos totalmente sin duda en un delirante espíritu mercantilista y perdiendo toda ubicación ética, han decidido “plácidamente” entregar a ciertos grupos privados un LEGÍTIMO Constitucional Derecho VITAL de todos los mexicanos: El inalienable e irrestricto Derecho del acceso al agua. Ello para su burda comercialización bajo las frías e insensibles “leyes del mercado”, lo cual irrebatiblemente para unos cuantos privilegiados constituirá un grandioso negocio económico privado (a corto, mediano y largo plazo) en el entendido claro que el agua es un elemento vital del que ahora si, nadie puede prescindir… y por fuerza comprar. Factor fundamental (el agua) para la higiene y por tanto salud de una sociedad, esencial pues, para la vida misma del ser humano, por lo cual es sumamente aberrante ofertar el agua con una mezquina visión puramente mercantilista y con un profundo mero afán de lucro, como sin duda es ahora el caso de Cd. Juárez y Chihuahua, donde el Gobierno del Estado “a espaldas” de la ciudadanía, dio ya los primeros pasos firmes para privatizar el suministro y distribución del agua; Claro, tras previas “apantallantes” declaraciones de funcionarios gubernamentales sobre “necesarias” exorbitantes inversiones de dinero privado en el servicio de agua y bla, bla… según para “eficientarlo”.
Aquí Parral (y la región), tampoco es ajeno a ese neurálgico tema del suministro de agua, pero tampoco a las intenciones privatizadoras del gobierno estatal, pues ya se habla oficialmente de una “ineludible” inversión (¿privada?) de al menos 500 millones para la red hidráulica, existiendo sin duda ya “quienes” se frotan las manos con ese posible “jugosísimo” negocio, irrefutablemente más mercantil que hídrico, ¿o, no?... Por lo que pienso no debe permitir la ciudadanía de ninguna forma cualquer concesión privatizadora del agua.
Sólo hay que mirar con atención, el indignante caso de Mexicali BC, donde el gobernador panista (Francisco Vega) tuvo la osadía de concesionar el abasto y distribución del agua a empresarios privados y sin más, hoy la ciudadanía “muere de sed” mientras esos empresarios hacen el “negocio de su vida”, suministrándole casi toda el agua de Mexicali a un poderoso consorcio cervecero privado trasnacional.
PD: ¡Aguas!
PPD: MORENA tiene la palabra en el Congreso el Estado.
