/ sábado 28 de septiembre de 2019

Actualidades y recuerdos

Tres años atrás aumentó el movimiento vehicular en el sector inmediato. El gobierno municipal activó uno de 2 amplios locales abandonados y hace 3 meses reabrió el otro, una proveedora de productos, lo que se intensificó el tráfico de vehículos pesados que traen los productos, sumados a estos, los distribuidores de menor volumen a cargo de repartirlos por la ciudad. Como todo se hace al “ahí se va”, sin preparar vías ni proteger registros a ras de suelo, ni elevar cables conductores y/o proveedores de servicios, los problemas surgen de inmediato. El más reciente, inició el fin de semana festivo. La fuga intermitente de un registro de agua en el crucero sin asfaltar, afectado por vehículos en circulación de una y otra bodegas. Dependencias como la Junta Central de Agua y Saneamiento, para comodidad de usuarios, establecieron atención las 24 horas durante los 365 días del año, pero si nadie o sólo una persona reporta la falla, la posibilidad de atención disminuye porque se da importancia a la insistencia.


El jueves 19, ya tenía días la fuga del registro frente a la bodega municipal, que desaparecía conforme al horario de corte diario o se confundía con el agua de lluvia. El 20 y 21 insistí y el domingo 22 por fin con apoyo de un trascabo y su herramienta, un par de trabajadores solucionaron el problema; en tanto refuerzan la superficie, instalaron una valla protectora que advierte a los conductores no circulen por el tramo. No me extrañó que, Federico, Tania y Selene, operadores en línea, informaran que Yo era el único quejoso -lo mismo sucede con la suspensión del alumbrado público- en esta área de usuarios privilegiados -respecto a los habitantes de la periferia que por menos tiempo y con menos presión o sólo por surtido de pipas pueden contar con el preciado líquido para sus elementales necesidades.


Ya había denunciado obstrucción de carril y visibilidad de la entrada al paso peatonal en la avenida. El primer obstáculo un transporte supuestamente averiado, luego la patrulla de vialidad. Expresé que el peatón con sentido común -no el actor- espera a que el conductor ceda el paso en el cruce peatonal. Pero detractores y directores de la mafia coludida (vigilancia-pachos-otros) trasladaron estos actos al punto inapropiado, donde primero actuó la mujer policía (o disfrazada, no sería raro). La última, el uniformado de mezclilla, conductor de un micro transporte colectivo color blanco -frecuentes en el sector- superó la actuación. Fingió sorpresa y se frenó. Pudieron registrar la escena, el sedán guinda, difícil de identificar; despegó de la esquina, echó reversa hacia la 20; o el asiduo visitante de al lado, en su Nissan arena que -oculto tras la Nissan blanca doble cabina de SCT, placas foráneas a cargo del vecino, con múltiples nexos en carreteras; que a diario espía mi privacidad e invierte tiempo desde temprano, en la persecución permanente, hasta en horario laboral- salió del escondite tras la Nissan y en la misma cuadra tomó posición a media calle, para registrar la escena. ¿De que les servirán?


¿Y Ayotzinapa? A 5 años de la verdad histórica más insostenible y desacreditada que nunca; además la liberación de responsables ya detenidos. La versión oficial de Murillo Karam, soslayada por Peña Nieto, lleva a los actuales a enfrentar el reto de iniciar una investigación casi de cero. Padres de los 43 normalistas exigen justicia ahora al gobierno de López Obrador. Comenzó la excavación de un basurero inexplorado hasta hoy, cerca de Iguala, para encontrar indicios de los jóvenes desaparecidos. La teoría oficial del caso no se apoyaba en suficientes pruebas científicas y en los 2 últimos años el caso comenzó a caerse en los tribunales, concluyendo que las pruebas no se basaban en la realidad. Por ello, en días pasados se liberó a 24 ex policías municipales implicados en el caso; esto tras la absolución de Gildardo López Astudillo, de los principales acusados en la tragedia, presunto miembro del cártel Guerreros Unidos, por falta de pruebas. Todo es resultado de la mala actuación pasada de los fiscales. Pruebas ilícitas admitidas mediante tortura a los acusados, o detenciones arbitrarias. Este caso mostró en toda su crudeza la apabullante realidad de las desapariciones forzadas en México.


Tres años atrás aumentó el movimiento vehicular en el sector inmediato. El gobierno municipal activó uno de 2 amplios locales abandonados y hace 3 meses reabrió el otro, una proveedora de productos, lo que se intensificó el tráfico de vehículos pesados que traen los productos, sumados a estos, los distribuidores de menor volumen a cargo de repartirlos por la ciudad. Como todo se hace al “ahí se va”, sin preparar vías ni proteger registros a ras de suelo, ni elevar cables conductores y/o proveedores de servicios, los problemas surgen de inmediato. El más reciente, inició el fin de semana festivo. La fuga intermitente de un registro de agua en el crucero sin asfaltar, afectado por vehículos en circulación de una y otra bodegas. Dependencias como la Junta Central de Agua y Saneamiento, para comodidad de usuarios, establecieron atención las 24 horas durante los 365 días del año, pero si nadie o sólo una persona reporta la falla, la posibilidad de atención disminuye porque se da importancia a la insistencia.


El jueves 19, ya tenía días la fuga del registro frente a la bodega municipal, que desaparecía conforme al horario de corte diario o se confundía con el agua de lluvia. El 20 y 21 insistí y el domingo 22 por fin con apoyo de un trascabo y su herramienta, un par de trabajadores solucionaron el problema; en tanto refuerzan la superficie, instalaron una valla protectora que advierte a los conductores no circulen por el tramo. No me extrañó que, Federico, Tania y Selene, operadores en línea, informaran que Yo era el único quejoso -lo mismo sucede con la suspensión del alumbrado público- en esta área de usuarios privilegiados -respecto a los habitantes de la periferia que por menos tiempo y con menos presión o sólo por surtido de pipas pueden contar con el preciado líquido para sus elementales necesidades.


Ya había denunciado obstrucción de carril y visibilidad de la entrada al paso peatonal en la avenida. El primer obstáculo un transporte supuestamente averiado, luego la patrulla de vialidad. Expresé que el peatón con sentido común -no el actor- espera a que el conductor ceda el paso en el cruce peatonal. Pero detractores y directores de la mafia coludida (vigilancia-pachos-otros) trasladaron estos actos al punto inapropiado, donde primero actuó la mujer policía (o disfrazada, no sería raro). La última, el uniformado de mezclilla, conductor de un micro transporte colectivo color blanco -frecuentes en el sector- superó la actuación. Fingió sorpresa y se frenó. Pudieron registrar la escena, el sedán guinda, difícil de identificar; despegó de la esquina, echó reversa hacia la 20; o el asiduo visitante de al lado, en su Nissan arena que -oculto tras la Nissan blanca doble cabina de SCT, placas foráneas a cargo del vecino, con múltiples nexos en carreteras; que a diario espía mi privacidad e invierte tiempo desde temprano, en la persecución permanente, hasta en horario laboral- salió del escondite tras la Nissan y en la misma cuadra tomó posición a media calle, para registrar la escena. ¿De que les servirán?


¿Y Ayotzinapa? A 5 años de la verdad histórica más insostenible y desacreditada que nunca; además la liberación de responsables ya detenidos. La versión oficial de Murillo Karam, soslayada por Peña Nieto, lleva a los actuales a enfrentar el reto de iniciar una investigación casi de cero. Padres de los 43 normalistas exigen justicia ahora al gobierno de López Obrador. Comenzó la excavación de un basurero inexplorado hasta hoy, cerca de Iguala, para encontrar indicios de los jóvenes desaparecidos. La teoría oficial del caso no se apoyaba en suficientes pruebas científicas y en los 2 últimos años el caso comenzó a caerse en los tribunales, concluyendo que las pruebas no se basaban en la realidad. Por ello, en días pasados se liberó a 24 ex policías municipales implicados en el caso; esto tras la absolución de Gildardo López Astudillo, de los principales acusados en la tragedia, presunto miembro del cártel Guerreros Unidos, por falta de pruebas. Todo es resultado de la mala actuación pasada de los fiscales. Pruebas ilícitas admitidas mediante tortura a los acusados, o detenciones arbitrarias. Este caso mostró en toda su crudeza la apabullante realidad de las desapariciones forzadas en México.