/ domingo 6 de junio de 2021

Acompañado de un café | Si te postulaste, te desaparezco

Este tema es muy conocido en la historia gloriosa de nuestro México, plagado de traiciones y golpes de estado, como decía el Maestro Mazpúlez, desde las clases de la Facultad de Derecho, en lo tocante a las revoluciones, que es parte disfrazada del tema a tratar, y según el Maestro, una revolución es ¡quítate tú, para ponerme yo!, y si lo analizamos con esta óptica, veremos que es la misma gata pero revolcada, y en serio, la peor droga de la humanidad no lo son los psicotrópicos y similares, lo es la droga del poder, y el que la prueba intenta a toda costa tomarla de nuevo y matar al que se le interponga, lo que ya es normal en el ser humano, hasta Caín mató a su hermano Abel, por lo tanto imagínese a los simples mortales, pedantes, pataratos, mentirosos, inútiles para trabajar, en su mayoría, y a las pruebas me remito, no a los papeles con estadísticas, que son apariencias viles.

En los tiempos actuales, tristemente los grupúsculos de poder, tienen dinero, personal bien pagado, armados hasta los dientes, relaciones, funcionarios pagados, o sea, bien. En conjunto a que somos apagados, cobardes, por cierto, con lógica, porque nadie se va a meter a defenderlo a uno, y los valientes correlones solo vemos de lejos como le rompen en su progenitora y tema de platica, ¡por algo!, ¡por pasarse de vivo!, ¡por meterse a las patadas con los grandes!, y más adjetivos algo crueles, pero ciertísimos, a tal grado que los derechos que tenemos en nuestro bagaje político, pasa a ser burla de pocos, y las comodidades que ya alcanzamos no estamos dispuestos a perderlas por un tarugo, que no debía sacar la cabeza, y aguantarse, más si estamos arriba de ellos, pues a nuestra anchas. Pero el pueblo en si estamos desarmados, llenos de ideologías, promesas, burlas, estadísticas, propagandas hermosas, sublimes, y traiciones de los mismos ciudadanos, y casualmente si cargamos nuestro pavorisímo pistolón, calibre caón, o sea .22, porque somos pero muy agresivos, resulta que somos sorprendidos por no menos de varias camionetas, oficiales, y fotografiados exhibidos por peligrosos, más a los que están armados hasta los dientes, no pasa nada, y hasta podemos ser denunciado en el menor de los casos o desparecido, resultando graves las dos cosas, así que calladitos. Hilando esto tenemos que ya no existe el derecho a ser votado si una persona no quiere o se le antoja su familiar o interés, y no debemos de llevarle la contra, por el miedo, a pesar de llegar paulatinamente a el hambre y temor hasta de salir a la calle, y ni pillar, aunque sepamos que esos valen lo mismo que cualquiera, porque, por ejemplo, quítele las armas y los vera tiernitos, como todos los que corremos, los que callamos, así que con ese estilo, pues cualquiera es el macizo, y los derechos van despareciendo despacio pero irreversible, con la trágica sucesión de los y las hijines, que sienten el poder por herencia, hasta en los trabajos se nota, y admirarlos, pues no se puede, es más que si a alguna personas se les agarra amor, a otras ni se les puede agarrar odio, por lo dificilitos que son. Este tipo de intereses se están consolidando de manera visible, hasta burlona, y todos estamos cooperando, ya que no queremos perder nuestra grandeza en supuestas pequeñeces, pero lo importante, no lo cuidamos, la vanidad es mucha. Lo interesante y es de llamar la atención, es que las denuncias no prosperan, y los criminales, si, aunque por las malas lenguas se grita que cuidado con la justicia divina, esa no falla, y es durísima, sin olvidar los crueles y sanguinarios que se han vuelto los grupos criminales, pero espero que los cobardes no se cansen, recuerde que el valiente dura hasta qué el cobarde aguante, las personas pasan de puestos y los recuerdos no son los suficientemente sólidos para que su palaba sea orden o regla, es más, ni la escuchan las personas en general, estamos ocupadísimos escondidos y presumiendo en un corralito, lejos del movimiento social.

¿Quién es el que se puede candidatear?, por favor dígamelo, y piénselo.


Este tema es muy conocido en la historia gloriosa de nuestro México, plagado de traiciones y golpes de estado, como decía el Maestro Mazpúlez, desde las clases de la Facultad de Derecho, en lo tocante a las revoluciones, que es parte disfrazada del tema a tratar, y según el Maestro, una revolución es ¡quítate tú, para ponerme yo!, y si lo analizamos con esta óptica, veremos que es la misma gata pero revolcada, y en serio, la peor droga de la humanidad no lo son los psicotrópicos y similares, lo es la droga del poder, y el que la prueba intenta a toda costa tomarla de nuevo y matar al que se le interponga, lo que ya es normal en el ser humano, hasta Caín mató a su hermano Abel, por lo tanto imagínese a los simples mortales, pedantes, pataratos, mentirosos, inútiles para trabajar, en su mayoría, y a las pruebas me remito, no a los papeles con estadísticas, que son apariencias viles.

En los tiempos actuales, tristemente los grupúsculos de poder, tienen dinero, personal bien pagado, armados hasta los dientes, relaciones, funcionarios pagados, o sea, bien. En conjunto a que somos apagados, cobardes, por cierto, con lógica, porque nadie se va a meter a defenderlo a uno, y los valientes correlones solo vemos de lejos como le rompen en su progenitora y tema de platica, ¡por algo!, ¡por pasarse de vivo!, ¡por meterse a las patadas con los grandes!, y más adjetivos algo crueles, pero ciertísimos, a tal grado que los derechos que tenemos en nuestro bagaje político, pasa a ser burla de pocos, y las comodidades que ya alcanzamos no estamos dispuestos a perderlas por un tarugo, que no debía sacar la cabeza, y aguantarse, más si estamos arriba de ellos, pues a nuestra anchas. Pero el pueblo en si estamos desarmados, llenos de ideologías, promesas, burlas, estadísticas, propagandas hermosas, sublimes, y traiciones de los mismos ciudadanos, y casualmente si cargamos nuestro pavorisímo pistolón, calibre caón, o sea .22, porque somos pero muy agresivos, resulta que somos sorprendidos por no menos de varias camionetas, oficiales, y fotografiados exhibidos por peligrosos, más a los que están armados hasta los dientes, no pasa nada, y hasta podemos ser denunciado en el menor de los casos o desparecido, resultando graves las dos cosas, así que calladitos. Hilando esto tenemos que ya no existe el derecho a ser votado si una persona no quiere o se le antoja su familiar o interés, y no debemos de llevarle la contra, por el miedo, a pesar de llegar paulatinamente a el hambre y temor hasta de salir a la calle, y ni pillar, aunque sepamos que esos valen lo mismo que cualquiera, porque, por ejemplo, quítele las armas y los vera tiernitos, como todos los que corremos, los que callamos, así que con ese estilo, pues cualquiera es el macizo, y los derechos van despareciendo despacio pero irreversible, con la trágica sucesión de los y las hijines, que sienten el poder por herencia, hasta en los trabajos se nota, y admirarlos, pues no se puede, es más que si a alguna personas se les agarra amor, a otras ni se les puede agarrar odio, por lo dificilitos que son. Este tipo de intereses se están consolidando de manera visible, hasta burlona, y todos estamos cooperando, ya que no queremos perder nuestra grandeza en supuestas pequeñeces, pero lo importante, no lo cuidamos, la vanidad es mucha. Lo interesante y es de llamar la atención, es que las denuncias no prosperan, y los criminales, si, aunque por las malas lenguas se grita que cuidado con la justicia divina, esa no falla, y es durísima, sin olvidar los crueles y sanguinarios que se han vuelto los grupos criminales, pero espero que los cobardes no se cansen, recuerde que el valiente dura hasta qué el cobarde aguante, las personas pasan de puestos y los recuerdos no son los suficientemente sólidos para que su palaba sea orden o regla, es más, ni la escuchan las personas en general, estamos ocupadísimos escondidos y presumiendo en un corralito, lejos del movimiento social.

¿Quién es el que se puede candidatear?, por favor dígamelo, y piénselo.