/ lunes 2 de agosto de 2021

Acompañado de un café | Rebrote Covid

En este tema, es muy triste ver la incredulidad de las personas en esta pandemia, incluso dicen que es cosa del gobierno, mentiras, y más cosas para no prestarle atención a pesar del número de muertos que se han dado a conocer, lo que es lastimoso y peligroso, tanto que las personas deambulamos sin precaución en todas partes y con actitudes prepotentes, ¡NO PASA NADA!, pero las muertes se siguen dando.

Es cierto que se debe de respetar el derecho de cada quien, pero en circunstancias normales, porque en alerta de salud pública es diferente, se debe de actuar con precaución y respeto, no solo de ese necio, sino de los que somos alrededor, y que es con el mismo derecho, tanto de ser como a la vida.

También es cierto que la economía es lo importante, más que las vidas de las personas, incluso en los delitos de estupefacientes, se muere uno, y se busca otro cliente, al cabo hay muchos y de algo se han de morir, cosa que no es importante, solo las ganancias y el poder económico, pero ¿sin clientes?, ¿Qué negocio prospera?, cosa que nunca estuvimos preparados para esto, ni de chiste, pero los corajes no componen las cosas, y la serie de fallecimientos, menos, y aun así, es primero la economía que la vida.

Tengo la certeza de que las personas que ocupan los puestos políticos y de mando administrativo desconocen todavía los alcances del covid, y no por atacarlos, sino porque es evidente su desconocimiento y tratamiento, solo dejan pasar las horas, días, muertos y que se calmen las cosas, pero eso es lo de menos, la situación la agravamos las personas, unos y otras, es decir el pueblo que no nos cuidamos y los que ignoran cómo tratarlos o de perdido saber que medidas tomar, y actuar, como se supone es la norma jurídica, por cierto no está escrita por mí, y se requiere aplicar, un mínimo cuando menos.

Las actitudes son el más serio problema de la sociedad actual, con las apariencias no se trabaja ni resuelven males, es más, los agravan, y no le hace, al pueblo no nos importa, estamos ocupados en nuestra maravillosa grandeza de derechos, y no atacarlos es lo sano, pero los efectos son más que evidentes, son lastimosos, insensibles.

Lo extremoso es que esta enfermedad le está pegando ya a menores de edad, a jóvenes, no solo a los viejos, y ni así la piensan, y se dejan llevar por la bola, creo, que platicar más sobre las bromas, engaños, presunciones es más importante que la vida misma, y no es competencia, es asombro, ese cosmos es por encima de la humanidad y la vida misma, esa importancia es la que me admira y trato de entenderla, porque se queda solo en ellos y ellas, y los efectos de los contagios a los demás.

Los mercaderes están preocupados, lo que es real, pero solo ven un cliente en la puerta del negocio y nada más, la caja registradora, pero al salir a la sociedad es la cosa, lo que es la verdadera vida en comunidad, y que es afín a todos, esto como ha sido por miles de años y ni los milenians, ni ungidos, ni positivos, ni especiales, ni políticos, ni más yerbas han podido cambiarlo de manera alguna.

Pero lo más importante, es saber y entender cómo sobrellevar esta vida en sociedad y compartir y convivir en todas las actividades, pero con metas, valores y obras constantes y duraderas para uno y todos a la vez.

El tiempo pasa de volada y ya es uno viejo y no se detiene en nada, pero ¿lo entendemos?

Maestro en Derecho Penal

En este tema, es muy triste ver la incredulidad de las personas en esta pandemia, incluso dicen que es cosa del gobierno, mentiras, y más cosas para no prestarle atención a pesar del número de muertos que se han dado a conocer, lo que es lastimoso y peligroso, tanto que las personas deambulamos sin precaución en todas partes y con actitudes prepotentes, ¡NO PASA NADA!, pero las muertes se siguen dando.

Es cierto que se debe de respetar el derecho de cada quien, pero en circunstancias normales, porque en alerta de salud pública es diferente, se debe de actuar con precaución y respeto, no solo de ese necio, sino de los que somos alrededor, y que es con el mismo derecho, tanto de ser como a la vida.

También es cierto que la economía es lo importante, más que las vidas de las personas, incluso en los delitos de estupefacientes, se muere uno, y se busca otro cliente, al cabo hay muchos y de algo se han de morir, cosa que no es importante, solo las ganancias y el poder económico, pero ¿sin clientes?, ¿Qué negocio prospera?, cosa que nunca estuvimos preparados para esto, ni de chiste, pero los corajes no componen las cosas, y la serie de fallecimientos, menos, y aun así, es primero la economía que la vida.

Tengo la certeza de que las personas que ocupan los puestos políticos y de mando administrativo desconocen todavía los alcances del covid, y no por atacarlos, sino porque es evidente su desconocimiento y tratamiento, solo dejan pasar las horas, días, muertos y que se calmen las cosas, pero eso es lo de menos, la situación la agravamos las personas, unos y otras, es decir el pueblo que no nos cuidamos y los que ignoran cómo tratarlos o de perdido saber que medidas tomar, y actuar, como se supone es la norma jurídica, por cierto no está escrita por mí, y se requiere aplicar, un mínimo cuando menos.

Las actitudes son el más serio problema de la sociedad actual, con las apariencias no se trabaja ni resuelven males, es más, los agravan, y no le hace, al pueblo no nos importa, estamos ocupados en nuestra maravillosa grandeza de derechos, y no atacarlos es lo sano, pero los efectos son más que evidentes, son lastimosos, insensibles.

Lo extremoso es que esta enfermedad le está pegando ya a menores de edad, a jóvenes, no solo a los viejos, y ni así la piensan, y se dejan llevar por la bola, creo, que platicar más sobre las bromas, engaños, presunciones es más importante que la vida misma, y no es competencia, es asombro, ese cosmos es por encima de la humanidad y la vida misma, esa importancia es la que me admira y trato de entenderla, porque se queda solo en ellos y ellas, y los efectos de los contagios a los demás.

Los mercaderes están preocupados, lo que es real, pero solo ven un cliente en la puerta del negocio y nada más, la caja registradora, pero al salir a la sociedad es la cosa, lo que es la verdadera vida en comunidad, y que es afín a todos, esto como ha sido por miles de años y ni los milenians, ni ungidos, ni positivos, ni especiales, ni políticos, ni más yerbas han podido cambiarlo de manera alguna.

Pero lo más importante, es saber y entender cómo sobrellevar esta vida en sociedad y compartir y convivir en todas las actividades, pero con metas, valores y obras constantes y duraderas para uno y todos a la vez.

El tiempo pasa de volada y ya es uno viejo y no se detiene en nada, pero ¿lo entendemos?

Maestro en Derecho Penal