Los lugares son espacios físicos, pero también imaginarios. Esto es muestra de que el hombre (como especie humana), tiene el poder creativo de inventar lugares ficticios, espacios imaginarios que le permiten proyectar sus deseos, pensamientos y creencias. Estoy tratando de escribir poemas más cortos y algunos relatos breves en forma de cuento.
Debo confesar que la poesía me es muy placentera escribirla, la gozo, la disfruto y me regocijo en ella. La poesía me libera, es una llave mágica de expresión. Amable lector, le solicito de la manera más atenta que comente algo que tenga que expresar, ya que la escritura de nuestros pensamientos e ideas, nos otorga poder. Y me gustaría saber, qué pensó cuando leyó un texto escrito en este espacio. Usted para mi es importante, me pregunto: ¿A dónde se va lo que usted piensa de mis escritos? Aléjeme de la duda, deme la certeza que necesito, su opinión es fundamental para su servidora.
¿A dónde?
A donde van las palabras,
aquellas que no se dijeron,
esas que se confunden
con el lúgubre silencio…
¿A dónde van todos
los besos que no se dieron?
¿A dónde van todas los deseos?
Aquellos que no se cumplieron,
¿A dónde van mis ansias
de estrecharte?
Mis deseos de amarte…
Los latidos de mi corazón,
retumban en mi pecho,
cual corceles galopantes…
tan impetuosos y salvajes
¿A dónde van los pensamientos?
en los que te imagino,
que me mantienen en vigilia,
alerta, sin pacífico descanso,
sin tregua, sin licencia,
sin reposo ni sosiego,
se prolongan como siglos,
perpetuándose sin sentido;
comprendo lo relativo del tiempo,
las leyes de la Física
no resuelven el misterio.
¿Qué hago con el amor
que aún por ti siento?
La ciencia ha descubierto:
¡la energía se transforma!
entonces este sentimiento
lo convertiré en verso…
