Hacer referencia al Movimiento Estudiantil de 1968 no deja de ser doloroso… no deja de afectar a una sociedad que de por sí aún no encuentra regocijo ante la masacre cometida con aquellos estudiantes revolucionarios, que, organizados para exigir sus derechos ante la sociedad y en su vida estudiantil, se convocaron en la Plaza de las Tres Culturas en Tlatelolco.
Muchas versiones se dan acerca de lo acontecido ese 2 de Octubre de 1968, lo que sí es dada la evidencia es la masacre ocurrida de un gobierno opresor. Cabe mencionar que en dicho encuentro, en Tlatelolco, no solo estaban estudiantes, con sus exigencias, sino también otros actores de la sociedad civil, intelectuales, obreros, comerciantes, amas de casa, profesores en apoyo a sus estudiantes, entre otros más, quienes se encontraban en búsqueda de ser reconocidos, de generar sinergias en las cuales se pudiera pacificar al país, disminuir el desempleo, tener mejores condiciones laborales, mayor libertad política, disminución de la brecha de desigualdad, entre otras más que se acumularon ante el descontento del gobierno de Gustavo Díaz Ordaz. Cada una de las acciones acontecidas ese día han sido catalogadas como crimen de Estado, de lesa humanidad y genocidio.
Dicho escenario fatídico ha sido cimientos de innumerables movimientos, reacciones sobre todo ante injusticias que son generadas por el Estado, y como en palabras de Elena Poniatowska: “El único movimiento estudiantil en el mundo que terminó en una matanza fue el de México, en 1968. Esta tragedia resultó un parteaguas en la vida de muchos mexicanos. 1968 fue un año que nos marcó a sangre y fuego y tuvo el don de encender la llama de futuras luchas sociales. Todavía hoy, 1968 es un punto de partida” (El País, 2008). Asimismo, Poniatowska ha señalado que “la frase “2 de octubre no se olvida” recuerda a una generación que luchó contra el autoritarismo y cada año convoca a una marcha que sigue exigiendo el esclarecimiento de los hechos, a pesar de haber llevado al ex presidente Echeverría al banquillo de los acusados” (Poniatowska, 2008).
Es por esta y más razones, y a 50 años de dicha masacre, que estudiantes de tercer semestre de las licenciaturas de Economía Internacional y de Negocios Internacionales de la Facultad de Economía Internacional del Centro Universitario Parral de la UACH, han tenido a bien realizar un altar en honor a los caídos y espacio temático en alusión a la Conmemoración a los 50 años del Movimiento Estudiantil de Tlatelolco 1968.
La importancia de este tipo de actividades es que como Universidad Pública, reaccionaria y preocupada por la educación de la ciudadanía, debemos ser siempre precursores en dar continuidad al respeto y exigencias de nuestros derechos humanos, como miembros de un país que busca la paz y armonía para sus habitantes. Es nuestro mayor legado: Vivir por y para nuestros ideales, y 2 DE OCTUBRE NO SE OLVIDA!!!
